MARI. Vamos un poco con CAÍN.
Hijo primogénito del "tontorrón" de Adán y de la "espabila" Eva. Se dedicó a la agricultura, no así su hermano más pequeño Abel que se dedicó al pastoreo. Abel siempre era muy cariñoso con su madre, incitando a la envidia, dado que, Eva miraba con buenos ojos a Abel y no tanto a Caín. Las mejores ofrendas eran de Abel para su madre, Caín "no hacía buenos regalos". Bien sea una cosa u otra es que Caín dio muerte a su hermano Abel. La Historia Sagrada cuenta que Dios mantuvo un corto diálogo con Caín.
Dios... ¿Caín, dónde está tu hermano?
Caín... ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?
Dios... Maldito seas Caín.
Dios maldijo al fratricida y lo condenó a ir errante por el mundo.
Bien mirado, Dios tendría que haberlo perdonado.
¿La envidia de Caín? Bueno, es posible. Pero mientras que Caín labraba la tierra día y noche, Abel se dedicaba a cuidar de sus ovejas y a tocar la dulzaina. Esto último es mío, es una conclusión de mi cosecha. Caín trabajó mucho, Abel... ufff, vivía comodamente, sin dar un palo al agua.
Hijo primogénito del "tontorrón" de Adán y de la "espabila" Eva. Se dedicó a la agricultura, no así su hermano más pequeño Abel que se dedicó al pastoreo. Abel siempre era muy cariñoso con su madre, incitando a la envidia, dado que, Eva miraba con buenos ojos a Abel y no tanto a Caín. Las mejores ofrendas eran de Abel para su madre, Caín "no hacía buenos regalos". Bien sea una cosa u otra es que Caín dio muerte a su hermano Abel. La Historia Sagrada cuenta que Dios mantuvo un corto diálogo con Caín.
Dios... ¿Caín, dónde está tu hermano?
Caín... ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?
Dios... Maldito seas Caín.
Dios maldijo al fratricida y lo condenó a ir errante por el mundo.
Bien mirado, Dios tendría que haberlo perdonado.
¿La envidia de Caín? Bueno, es posible. Pero mientras que Caín labraba la tierra día y noche, Abel se dedicaba a cuidar de sus ovejas y a tocar la dulzaina. Esto último es mío, es una conclusión de mi cosecha. Caín trabajó mucho, Abel... ufff, vivía comodamente, sin dar un palo al agua.