La Cronología nos enseña lo primero, es decir, a contar el tiempo y a referir los hechos históricos a sus fechas correspondientes. Es conveniente grabar en nuestra mente las grandes fechas mundiales, especie de "fechas jalones" que nos servirán como guías para ordenar los hechos. Es necesario que tengamos a mano siempre los hechos fundamentales y en que año se dieron, ya que es promordial aplicar bien el ajuste del tiempo, por ejemplo: dado el año, hallar el siglo correspondiente.
Para hallar el siglo al que pertenece una fecha determinada, basta añadir una unidad al número de centenas de dicha fecha y el resultado dará el número del siglo. Así el año 72 pertenece al siglo: ¡CERO + UNO! Que es igual al primer siglo; el año 411, al siglo (4 + 1) = al siglo 5º; el año 1789, al siglo (17 + 1)= siglo 18.
Para las expresiones FIN Y PRINCIPIO de siglo, hay que atender, además a si la fecha es de antes o después de Jesucristo: porque en el primer caso la cronología es DESCENDENTE, y en el seguno, ASCENDENTE.
Un saludo.
Para hallar el siglo al que pertenece una fecha determinada, basta añadir una unidad al número de centenas de dicha fecha y el resultado dará el número del siglo. Así el año 72 pertenece al siglo: ¡CERO + UNO! Que es igual al primer siglo; el año 411, al siglo (4 + 1) = al siglo 5º; el año 1789, al siglo (17 + 1)= siglo 18.
Para las expresiones FIN Y PRINCIPIO de siglo, hay que atender, además a si la fecha es de antes o después de Jesucristo: porque en el primer caso la cronología es DESCENDENTE, y en el seguno, ASCENDENTE.
Un saludo.