La cena de Nochebuena reunirá a un máximo de entre...

La cena de Nochebuena reunirá a un máximo de entre seis y diez personas a la mesa.

La pandemia obligará a limitar los actos en espacios cerrados y masivos, sacrificando parte del espíritu festivo.

Érika Montañés.

Actualizado: 14/10/2020 08:38h.

Las Navidades no van a ser normales. Y aunque parezca un mensaje pesimista, lo que deslizan epidemiólogos como José Miguel Carrasco, vocal de la Junta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) a este diario es que, a menos que la incidencia del coronavirus remitiese, los encuentros familiares y sociales tampoco deberían plantearse en espacios cerrados ni con muchas personas a la mesa. Parte del espíritu navideño se verá trastocado y habrá que sacrificar una fracción de vida social, consensúan los expertos.

Cenas familiares, comidas de empresa, actos multitudinarios como las cabalgatas o las funciones escolares de los niños van a sufrir modificaciones, toda vez que son, como afirma Salvador Macip, profesor de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), eventos que multiplican las interacciones sociales y, en consonsancia, el riesgo de transmisión del virus. La limitación más lógica, al decir de Macip, investigador de la Universidad británica de Leicester, es que como ha adelantado el premier Boris Johnson las navidades vayan a reducir al máximo las personas que se sientan en la mesa y cantan juntos villancicos.
Todos los planes autonómicos y nacionales limitan ese tope máximo a entre seis y diez personas. «Dependerá de la evolución epidémica. Los ciudadanos tenemos dos meses cruciales para no relajarnos como hemos hecho desde el final de la desescalada y evitar, recogiéndonos ahora, que tengamos que encerrarnos después», asevera Carrasco, investigador en la cooperativa científica Aplica. El doctor Macip presagia, no obstante, que «nadie, ningún gobernante como se ha dicho en España, debería enterrar la posibilidad de volver a sufrir un confinamiento total», más si cabe cuando «los datos van tan mal». Para evitar unas navidades sin nuestros seres queridos compartiendo el 25 de diciembre, entonces «hay que hacer los deberes ahora», convienen ambos.

Los expertos consultados por ABC coinciden en que «las navidades son peligrosas porque junto a más actos sociales, también se producen contextos con alcohol y distensión», un caldo de cultivo propicio para saltarse las normas de distancia de seguridad y uso de la mascarilla que continuarán vigentes. «Los lugares que se conciben como espacios seguros, como los hogares, son ahora mismo los de mayor riesgo» precisamente, como se ha demostrado con los brotes que se han sucedido en los últimos meses, matiza Carrasco.