Las empresas de autobuses están sintiendo en sus carnes el embate de los precios agresivos que ha empezado a aplicar Renfe en los trenes AVE. Ya levantaron la voz cuando conocieron la noticia, pero ahora su queja se manifiesta de forma más abierta.

La patronal que agrupa a estas empresas de transporte por carretera considera que la "agresiva política de precios" del AVE explica buena parte de la pérdida de viajeros en los autobuses de larga distancia. Para Asintra "compromete la viabilidad económica" de dichas rutas de autobús y, "por tanto, la cobertura de la demanda de municipios en paradas intermedias que no son atendidas por el tren".

El atractivo que ha ganado el tren veloz con la rebaja de precios ha sido evidente. En los últimos cuatro meses, con las nuevas tarifas y descuentos para viajar en AVE, la alta velocidad incrementó en más de medio millón el número de pasajeros: un 14% más que en el mismo período analizado del año anterior (entre los meses de febrero y junio
Con descuentos de hasta el 70%, los trenes AVE han logrado una ocupación del 75% cuando antes de esa política de precios a duras penas superaban el 40%. El recorrido que más se ha beneficiado de este plan para incrementar el número de usuarios de la alta velocidad es la línea Barcelona-Málaga, que ha visto crecer su demanda en un 25%.

Al mismo tiempo, Renfe continúa poniendo en servicio nuevas líneas de alta velocidad. Los problemas de las empresas de autobuses tenderán por tanto a incrementarse. Un medio de transporte que además explota las rutas por concesión del Estado, que es quien fija los precios que se cobran. De hecho, hace unas pocas semanas les autorizó a incrementarlos para compensar la subida de costes.

La última línea AVE abierta ha sido la Madrid-Alicante y se prevén nuevas aperturas en los próximos años, como por ejemplo la conexión con Galicia, la triple conexión vasca o la línea entre Asturias y la meseta norte.

En el caso del nuevo servicio entre Madrid y la capital de la Costa Blanca el AVE supone un aumento de plazas de más del 40 % sobre la oferta previa, al pasar de 4.800 a más de 6.300 plazas diarias. El viaje, en el mejor de los casos, durará dos horas y 20 minutos. Supone una mejora de 50 minutos respecto al tiempo actual. El precio general del billete en clase turista es de 64,9 euros y el Bono AVE de diez viajes fijará el precio de cada trayecto en 42,2 euros.

Como factor que incrementará la competencia, hay que tener en cuenta que el próximo mes se inicia el proceso de entrada de operadores privados en las líneas de alta velocidad. Se espera que entren nuevas compañías a ofrecer servicios AVE con precios agresivos y nuevos servicios. También se espera que Renfe responda con ofertas todavía más bajas. El Ministerio ya ha anticipado su deseo de que se ofrezca un AVE low cost.

El barómetro del sector del transporte de viajeros por carretera pone números a la crisis del autobús. Afirma que se ha incrementado el descenso de la demanda total de transporte, motivada también por el deterioro del paro como por la pérdida de renta disponible de los hogares.

En el caso del transporte urbano en autobús, Asintra indica que la demanda descendió una media 4,9% en los tres primeros meses de marzo. Las caídas más pronunciadas se localizaron en Murcia, con una reducción del 19,5%, Castilla-La Mancha, -14,9%, y Extremadura con un descenso del -10%.

Al mismo tiempo, el sector alerta de que un total de 370 empresas de este tipo desaparecieron en España desde que empezó la crisis en el verano de 2007. Ese año existían 3.965 empresas de autobuses registradas, frente a las 3.592 actuales. La patronal considera que las causas de la desaparición de estas empresas son, además de la fuerte caída de la demanda, el reducido acceso al crédito, las deudas de las Administraciones Públicas y el encarecimiento de los costes, principalmente el de la mano de obra y el del combustible