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Los independentistas detenidos alardeaban de que Rusia ofreció 10.000 soldados a Puigdemont.

Uno de los audios dice que el presidente catalán "se cagó en los calzoncillos" con la oferta rusa. Querían convertir Cataluña en una especie de Suiza.

Pablo Planas (Barcelona) 2020-10-28.

Las escuchas telefónicas llevadas a cabo por la Guardia Civil por orden del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, que dirige el magistrado Joaquín Aguirre, desvelan que Rusia habría ofrecido a Carles Puigdemont diez mil soldados y pagar la deuda catalana para hacerse fuerte tras la proclamación de la república catalana. Tal ofrecimiento se habría llevado a cabo el 24 de octubre de 2017, tres días antes de que los grupos separatistas votaran en el "Parlament" la constitución de una república independiente.

Según se desprende de una conversación entre Víctor Terradellas, exdirigente de CDC responsable de las relaciones internacionales del partido, y Xavier Vendrell, exconsejero de ERC durante el tripartito, Puigdemont no habría aceptado la oferta: "Se cagó en los calzoncillos" dice Terradellas.

Para la Guardia Civil tal información es creíble porque muchas de las cosas que se comentaban en las conversaciones telefónicas intervenidas acabaron sucediendo. El informe realizado a raíz de estas conversaciones vincula los contactos de Oriol Soler con Julian Assange con la trama rusa que se habría mostrado dispuesta a apoyar la independencia de Cataluña en el marco de una estrategia de guerra de propaganda y desestabilización de la Unión Europea. Para ello Rusia habría contado con medios como Russia Today y Sputnik y las operaciones contarían con el visto bueno de Vladimir Putin.

El auto sostiene además que el "grupo ruso" con el que Terradellas contactó "quería hacer de Cataluña un país como Suiza". Según las conversaciones intervenidas, llevaba cinco meses trabajando como "delegado" con "un grupo de Rusia", creado en la época de Gorbachov, para desarrollar la plataforma de criptomonendas y, en mayo de 2018, tenía previsto viajar a Rusia, a lo que Vendrell se ofreció a acompañarle.

Ese viaje, no obstante, no llegó a llevarse a cabo porque cuatro días antes de la fecha prevista de salida Terradellas fue detenido, en la causa de supuesto desvío de fondos de la Diputación de Barcelona a fundaciones afines a CDC que ha dado pie a la operación de este miércoles.

El auto añade que Vendrell sugirió a David Madí que comentara la posibilidad de la plataforma de criptomonedas con Xavier Vinyals -excónsul honorario de Letonia en Barcelona y presidente de la Plataforma pro selecciones catalanas que también ha sido detenido en la operación de este miércoles-, dado que es una persona a quien Puigdemont "hace encargos en temas internacionales".

Campaña de noticias falsas.

El informe recoge los viajes de Terradellas y Oriol Soler a Rusia así como la activa participación de Rusia en una campaña de noticias falsas como que la supuesta violencia contra los votantes del 1-O era el episodio más sangriento de Europa tras la Segunda Guerra Mundial o que en España no se dejaba votar.

Las conversaciones que refieren estos hechos fueron grabadas en mayo de 2018 y afectan a los antedichos Terradellas y Vendrell, así como a David Madí y Oriol Soler, todos ellos detenidos este miércoles en el curso de una operación sobre la financiación con dinero público de la estancia de Puigdemont en Waterloo.

En el informe judicial se apunta también que los rusos con los que había contactado Terradellas tenían interés en "participar en los temas de comunicación" que llevaban a cabo Vendrell, Madí y Jaume Roures, propietario de Mediapro, y que llegaron a ofrecer hasta trescientos millones de euros.

El año pasado la CNN se hizo eco de la presencia en Cataluña durante el referéndum ilegal de un espía ruso que también había sido localizado en el Reino Unido cuando el Brexit. Se trata de un individuo con varios pasaportes, entre ellos uno extendido al nombre de Sergey Vyacheslavovich Fedotov y al que también se vinculaba con el envenenamiento del disidente Sergei Skripal y su hija. Según esa información, el agente del espionaje ruso hizo dos viajes a Barcelona, uno en noviembre de 2016 y otro entre el 29 de septiembre y el 9 de octubre de 2017.