El hombre que quería atentar contra Sánchez era «un tirador mediocre, de cuarta categoría»
Actualmente, Manuel Murillo está preso en la cárcel catalana de Brians 2.
ABC.
Barcelona.
Actualizado:
08/11/2018 12:20h.
«Era un tirador mediocre por no decir otra cosa. De cuarta categoría. Francotirador, o experto, lo dudo, la verdad». Así de contundente se ha mostrado este miércoles el presidente del club de tiro de Tarrasa (Barcelona) al que asistía Manuel M., el vigilante de seguridad preso desde septiembre por planear atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Tiraba con aire comprimido así que imposible que fuera un francotirador», ha apuntado el responsable del club en declaraciones a TV3. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número tres de Tarrasa (Barcelona) tiene abierta una causa contra el hombre, que además contaba con un arsenal de armas de fuego en su domicilio. Según han apuntado fuentes judiciales, el vigilante está siendo procesado por los delitos de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.
Tal y como ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el Juzgado de Instrucción 4 de Tarrasa, en funciones de guardia, acordó el 21 de septiembre enviar a prisión provisional al vigilante. Actualmente, está en la cárcel catalana de Brians 2. Asimismo, el 4 de octubre, el Juzgado de Instrucción 3 de Tarrasa, que instruye el caso, ratificó la prisión provisional comunicada y sin fianza.
Según ha trascendido esta mañana, Manuel Murillo Sánchez presuntamente planeaba atentar contra el presidente como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, y en su domicilio tenía un arsenal de 16 armas cortas y seis largas, con rifles de precisión y un subfusil de asalto.
Actualmente, Manuel Murillo está preso en la cárcel catalana de Brians 2.
ABC.
Barcelona.
Actualizado:
08/11/2018 12:20h.
«Era un tirador mediocre por no decir otra cosa. De cuarta categoría. Francotirador, o experto, lo dudo, la verdad». Así de contundente se ha mostrado este miércoles el presidente del club de tiro de Tarrasa (Barcelona) al que asistía Manuel M., el vigilante de seguridad preso desde septiembre por planear atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Tiraba con aire comprimido así que imposible que fuera un francotirador», ha apuntado el responsable del club en declaraciones a TV3. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número tres de Tarrasa (Barcelona) tiene abierta una causa contra el hombre, que además contaba con un arsenal de armas de fuego en su domicilio. Según han apuntado fuentes judiciales, el vigilante está siendo procesado por los delitos de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.
Tal y como ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el Juzgado de Instrucción 4 de Tarrasa, en funciones de guardia, acordó el 21 de septiembre enviar a prisión provisional al vigilante. Actualmente, está en la cárcel catalana de Brians 2. Asimismo, el 4 de octubre, el Juzgado de Instrucción 3 de Tarrasa, que instruye el caso, ratificó la prisión provisional comunicada y sin fianza.
Según ha trascendido esta mañana, Manuel Murillo Sánchez presuntamente planeaba atentar contra el presidente como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, y en su domicilio tenía un arsenal de 16 armas cortas y seis largas, con rifles de precisión y un subfusil de asalto.