ZAMORA 24 HORAS...

ZAMORA 24 HORAS

>>>>>Más de cuatrocientas personas acudieron este domingo a la concentración convocada a través de las redes sociales en La Bóveda de Toro para mostrar el respaldo a los condenados del Caso Arandina, entre los que se encuentra el zamorano Raúl Calvo, natural de esta localidad zamorana.

Los jugadores de la Arandina fueron condenados el pasado jueves a la pena máxima, 38 años de cárcel, acusados de agredir sexualmente a una menor de 16 años. De esa pena, la Audiencia Provincial de Burgos decretó 14 años por violación y 24 más por cooperación, por hacer posible la agresión sexual de los otros. Será en los próximos días cuando se decida si entran de forma inminente en prisión.

En respuesta a la sentencia, este pasado sábado medio centenar de personas se concentraba en la Plaza Mayor de Aranda de Duero a las seis de la tarde. Una convocatoria realizada a través de las redes sociales y que defiende la inocencia de los tres futbolistas, además de pedir "una justicia digna" para ellos y penas para aquellas personas que presentan denuncias falsas. Este domingo el turno era para La Bóveda de Toro, localidad natal del zamorano implicado en este caso, a las ocho de la tarde en la Plaza Mayor.

El zamorano Raúl Calvo y Viti estuvieron presentes, además de estar presentes personas cercanas a Lucho. Familiares y amigos acudieron a respaldar a los ex jugadores de la Arandina y a mostrarles su apoyo tras lo que consideran “una condena desproporcionada e injusta”, según explicaban algunos de los presentes.

Raúl Calvo y Viti eran los primeros en dirigirse a las más de cuatrocientas personas que llenaban la plaza de esta localidad, que cuenta con alrededor de setecientas personas censadas. Ambos daban las gracias por el apoyo recibido y dejaban claro que confían en la justicia y que esto no ha terminado. Confiaban en que el recurso pueda salir adelante y esos 38 años a los que han sido condenados queden atrás. Tras eso, la madre de Raúl Calvo y amigos del propio jugador también leían parte del comunicado redactado.

Se vivieron momentos emotivos, con gente joven y adultos llorando de rabia e impotencia, clamando por la presunción de inocencia y pidiendo que la palabra de la víctima no valga más que la de los condenados. Las pancartas inundaron la plaza y la balconada desde la que los protagonistas se dirigieron a un pueblo que confía en los suyos. >>>>>>>>>>>>>