La Vanguardia.
Delegados de más de 190 países participan desde hoy –y hasta el 16 de noviembre– en Sharm el Sheij, en Egipto, en una nueva ronda de negociaciones de la ONU para intentar reforzar los acuerdos y frenar las emisiones de los gases que calientan la atmósfera. La cumbre viene precedida de nuevas manifestaciones de un clima extremo (inundaciones en Pakistán, sequías en el Cuerno de África, olas de calor…) y un aluvión de informes donde se alerta de que los planes de acción en marcha apenas sirven para atenuar los peores estragos del calentamiento.
La conferencia nace con el estigma de ser una cumbre menor. El presagio viene avalado por una crisis energética –agravada por la invasión de Ucrania–, que ha situado al planeta ante una gran encrucijada, aprovechada por los intereses de la industria petrolera para prolongar la vida de los combustibles fósiles, causantes del calentamiento. La entrada en escena de Brasil, el desarrollo de las fuentes renovables y el abaratamiento de la electricidad con las fuentes limpias equilibran la balanza.
Delegados de más de 190 países participan desde hoy –y hasta el 16 de noviembre– en Sharm el Sheij, en Egipto, en una nueva ronda de negociaciones de la ONU para intentar reforzar los acuerdos y frenar las emisiones de los gases que calientan la atmósfera. La cumbre viene precedida de nuevas manifestaciones de un clima extremo (inundaciones en Pakistán, sequías en el Cuerno de África, olas de calor…) y un aluvión de informes donde se alerta de que los planes de acción en marcha apenas sirven para atenuar los peores estragos del calentamiento.
La conferencia nace con el estigma de ser una cumbre menor. El presagio viene avalado por una crisis energética –agravada por la invasión de Ucrania–, que ha situado al planeta ante una gran encrucijada, aprovechada por los intereses de la industria petrolera para prolongar la vida de los combustibles fósiles, causantes del calentamiento. La entrada en escena de Brasil, el desarrollo de las fuentes renovables y el abaratamiento de la electricidad con las fuentes limpias equilibran la balanza.