Cuando tú te humillas....

Cuando tú te humillas.

Lo que el apestado quería decir no es que «hay otras salidas para Cataluña que no sean la independencia» sino que está dispuesto a vender a los independentistas a cambio de una salida personal.

Salvador Sostres.

Barcelona.

Actualizado:

14/11/2017 08:29h.

El apestado de Bruselas ha dicho que hay otras salidas para Cataluña que no sean la independencia. Es el eterno final de trayecto de los convergentes, que excitan a las masas para ganar votos pareciendo los más patriotas y cuando se les desbordan las venden para negociar una salida personal. Lo que el apestado quería decir no es que «hay otras salidas para Cataluña que no sean la independencia» sino que está dispuesto a vender a los independentistas a cambio de una salida personal, que es lo que Mas hizo recortando el Estatut con Zapatero y vaciando de contenido político el 9N con el presidente Rajoy.

Convergència siempre ha consistido en el mismo mecanismo. Excitar la emotividad de un pueblo demasiado sentimental y ajeno a cualquier articulación política para acabar obteniendo un rédito particular como si de alguna manera tuvieran derecho a cobrarse los servicios prestados. Pujol creó la cobertura moral, Roca engrasó el mecanismo y el primogénito del president todo se lo llevó por delante.

Por todo ello nadie quiere formar parte de la candidatura que el apestado reclama, y para disimular su soledad, uno de sus estrategas de confianza, Oriol Soler, que creó el diario Ara asaltando las arcas de TV3, está ahora buscando el apoyo de otro apestado, el de la embajada londinense de Ecuador. Los independentistas, como los palestinos, no pierden ninguna oportunidad de perder una oportunidad y se han rodeado de la peor racaille de Europa: primero fue la CUP, ahora empiezan con Colau y sólo faltaba este delincuente grotescamente disfrazado de héroe de la verdad que es Julian Assange. Cuando a los forajidos no les queda otra que organizar sus ridículos encuentros en los retretes tercermundistas es que algo están haciendo bien los Estados democráticos.

La aplicación del artículo 155 ha sido el mayor acto de libertad de la política catalana desde 2012. La cenefa moral que forman la CUP, Mas, el apestado de Bruselas y el de la embajada ecuatoriana es tan devastador que cualquiera que no entienda que había que entrar con excavadoras en la Generalitat está mentalmente incapacitado para reclamar y ya no digamos preparar un Estado para Cataluña. No se puede crear lo que no entiendes cómo funciona ni pedir respeto internacional cuando tú te humillas sin piedad.

Salvador Sostres.

Articulista de Opinión.