CHISPAS....

CHISPAS.

El objetivo de Pedro Sánchez: Durar más que Rajoy.

Necesita tiempo para afianzarse y se nota porque ya no pone en aprietos al presidente del Gobierno.

Curri Valenzuela.

Actualizado:

18/02/2018 02:14h.

Pedro Sánchez se opone igual a que Luis de Guindos sea nombrado vicepresidente del BCE como a que Elena Valenciano acceda al cargo de presidenta del grupo socialdemócrata del Parlamento Europeo. Uno no le gusta por ser ministro de Economía del del PP, la otra por su papel de número dos de Alfredo Pérez Rubalcaba cuando era secretario general del PSOE. Los dos vetos, incomprensibles en un dirigente político más allá de nuestras fronteras, le sirven para lo mismo que el reglamento de los estatutos de su partido que ayer le aprobó el Comité Federal: durar en el cargo más tiempo que Mariano Rajoy en el suyo.

Sánchez no quiere que sus barones le vuelvan a echar, como hicieron en octubre de 20016 cuando se empeñó en ser elegido presidente del Gobierno con el apoyo de los nacionalistas catalanes que ya planificaban su independencia. Consiguió recuperar el puesto de secretario general siete meses más tarde gracias a los votos de los militantes. Ahora se ha asegurado en el cargo concediendo a estos el poder que quita a los barones de modo que los candidatos a cualquier elección tendrán que ser designados por las bases por encima del criterio de los dirigentes regionales y con el visto bueno de Ferraz.

En la práctica es el mismo sistema del PP. Los candidatos socialistas a presidentes regionales y alcaldes de las grandes ciudades serán designados en primarias controladas por Ferraz, mientras que los populares lo serán por Génova según los resultados de sus encuestas, dos maneras prácticas de asegurarse que los barones de uno y otro lado no imponen a sus allegados con poco tirón en las urnas. Un método que concentra el poder en el máximo líder. En el PP no hay manera de que nadie mueva su silla a Rajoy; Sánchez quiere que lo mismo ocurra con él.

A sus 46 años, el secretario general no tiene prisa. Quiere quedar bien en las municipales y autonómicas del año que viene y mejorar sus resultados de 2017 en las próximas generales. En el entretanto le viene bien que Rajoy aguante. Necesita tiempo para afianzarse y se nota porque ya no pone en aprietos al presidente del Gobierno. Cuando le conviene, pacta con él para mantener la pinza PP-PSOE que evita la reforma de la Ley Electoral. Se contenta con darle pellizquitos de monja, como lo de Guindos, y ha dejado que Albert Rivera ejerza de líder de la oposición. Por ahora lo suyo solo consiste en aguantar.

Curri Valenzuela.

Articulista de Opinión.