La siniestra alianza....

La siniestra alianza.

Sánchez es un inmenso peligro para toda la Nación.

Hermann Tertsch.

Actualizado:

12/02/2019 08:15h.

Pedro Sánchez hace saber que, si no le aprueban los presupuestos los separatistas catalanes, habrá elecciones el 14 de abril, una fecha que sirve para evocar aquellas municipales de 1931 que acabaron en un desordenado golpe de Estado que derribó a la monarquía. De golpe en golpe. Porque en abril aun estará España pendiente del juicio a los imputados por rebelión al proclamar una república en una región española y que comienza hoy ante el Tribunal Supremo. En una paradoja tan inaudita como peligrosa, los golpistas juzgados son hoy aliados objetivos de este Gobierno. Es peligroso para la Judicatura, que ha sido sometida a inauditos acosos y presiones por cómplices de los imputados sin que el Gobierno haya hecho nada por impedirlo. Por el contrario, han sido muchas -y alguna de ella obscena- las maniobras del Gobierno para favorecer a unos enemigos del Estado que se reafirman en sus objetivos como irredentos partidarios de la destrucción de España.

El juicio al golpismo tendrá enorme repercusión en un escenario político líquido y en el ánimo de la sociedad española. Algunos lo comparan con el juicio del 23-F. El golpe de Estado actual, el que se mantiene por la comunión de intereses de los golpistas con Sánchez, es mucho más peligroso. Aquél sólo quería reconducir la política nacional frente al terrorismo, el actual ataca la existencia misma de España como nación soberana. Es más pertinente relacionar el golpe de Estado actual con el 11-M y sus bombas de inmensa eficacia para hacer descarrilar la política constitucional española. Con la evidencia de que el 11-M creó las condiciones para que la política de alianzas de izquierdas y separatismo que desde Zapatero nos llevan al actual Frente Popular que se plasmó en la moción de censura.

¿Convocará elecciones Sánchez? ¿Va a cumplir con lo que algo de sentido del honor le habría conminado a hacer hace ya meses? Nadie lo sabe. Su problemática personalidad lo hace imprevisible. Él, Sánchez «y mi persona», como decía en Bilbao, tiene una pulsión profunda por alardear de su poder. Peor, por ejercerlo con absoluta arbitrariedad y sin escrúpulo. No hay razón para creerle ya nada porque es evidente su permanente voluntad de engaño. El pasado viernes, la maquinaria de intoxicación de medios audivisuales al servicio de la izquierda y los separatistas lanzó una campaña masiva para convencer a los españoles de que Sánchez había roto la negociación con los golpistas. Y que ya no era necesario acudir a la manifestación. Es grande la potencia de fuego de esa artillería mediática que gracias a entreguismo, indolencia y cobardía de la derecha está en manos de la izquierda y los separatismos.

Es grotesco ver cómo grandes bancos y corporaciones participan en medios dedicados a favorecer a unas fuerzas que quieren destruir España e imponer una demencial política económica que llevaría al país a la ruina por una senda que acaba en esas escenas de miseria, desolación y niños agonizantes que llegan de Venezuela. Dirán que es un disparate comparar a España con Venezuela. Es lo que decían los venezolanos cuando se comparaba a Venezuela con Cuba hace quince años. Si los españoles no hacen frente a este peligro, pueden quedarse sin bienestar, sin libertad y sin patria. Porque el proyecto de cambio de régimen, división territorial y fin de la monarquía está ahí. En esa alianza de Sánchez con comunistas de Podemos y separatistas antiespañoles que es la mayor amenaza para España desde Stalin. La reacción nacional que volvió a mostrarse el domingo en Madrid habrá de intensificarse hasta ganar el pulso a Sánchez. Para forzar elecciones y ganárselas a esa siniestra alianza dirigida por un caudillo sin freno moral alguno.

Hermann Tertsch.

Articulista de Opinión.