ENFOQUE....

ENFOQUE.

Madrid se alza.

El futuro del centro-derecha.

Salvador Sostres.

Actualizado:

15/08/2019 23:57h.

Una idea de la libertad resiste en Madrid con el centro-derecha gobernando el Ayuntamiento y la Comunidad. PP, Ciudadanos y Vox tendrían que reflexionar sobre ello. Sobre la idea de libertad que encarnan y sobre el peligro que para esta idea representa la extrema izquierda de Podemos o un Pedro Sánchez fuera de control.

De un lado, como Narciso Michavila explicaba en la contraportada del miércoles, mientras la derecha se presente dividida en tres partidos, continuará gobernando la izquierda, a la que ni siquiera le basta con Podemos sino que necesita la fiesta añadida de los independentistas. Si la vanidad de los líderes de los tres partidos pasa por encima de su obligación de defender las libertades fundamentales de los españoles, nos estarán abandonando y nos estarán traicionando; y no podrán nunca más apelar sin cinismo a su supuesto amor por España ni al orgullo de ser españoles.

Del otro lado, sobre todo PP y Ciudadanos, tendrían que tener una estrategia para, antes o después de una eventual repetición electoral, ser capaces de comprometer a Pedro Sánchez a un acuerdo programático de cumplimiento obligado, y facilitarle en estas muy concretas condiciones la gobernabilidad para evitar que acabe cayendo en las zarpas de los que quieren destruir nuestra economía y nuestro modo de vida libre, y de los que quieren destruir España.

En Madrid ha ganado la libertad pese a la inmadurez y las pataletas de algunos líderes de la derecha. Ha habido momentos en que el espectáculo que han dado no se ha diferenciado demasiado del que suelen dar las izquierdas. Lo digo porque criticar a la izquierda está bien, y es necesario señalar sus defectos, pero es mucho más interesante, y creíble, diferenciarse de ella también en los actos y en los comportamientos. Que Luis Pastor no pueda cantar en Madrid es un despropósito estalinista cometido por la derecha, que pocas lecciones de libertad podrá dar si resulta que ahora es ella quien se dedica a inaugurar checas.

La derecha tiene que recordar que la libertad es un deber, y un deber que nos obliga a ser mejores: más generosos, más desprendidos, con más capacidad de pensar en los otros y de saltar los muros de los prejuicios y el resentimiento para servir mejor al conjunto del país. De momento, todo esto, lo ha más o menos recordado, aunque a veces en el último segundo y sobre la misma línea del abismo.

Madrid se alza como un dique de contención contra la barbarie populista. En noviembre, probablemente, los españoles seremos llamados otra vez a las urnas. El espíritu de Madrid tendría que estar en la forma y el fondo de cómo se presenta la derecha a las elecciones. Insistir en una división que ya sabes que asegura una victoria de la izquierda y de la extrema izquierda, no es una opción ideológica, ni siquiera partidista, sino una forma miserable de tirar España a la basura.

Salvador Sostres.

Articulista de Opinión.