POSTALES....

POSTALES.

Mujeres y hombres.

Partidos que presumen de igualitarios, como el comunista, son viveros de machos alfa.

José María Carrascal.

Actualizado: 27/11/2019 00:09h.

Negar que existe una violencia machista es como negar que la Tierra es esférica, que hemos ido a la Luna o que Elvis Presley ha muerto. Un ejercicio de tozudez o macabra ironía. Las cifras son incuestionables. Cada día mueren en el mundo 137 mujeres a manos de un hombre. En España, son 52 las muertas este año y 1.028 desde que empezaron a contabilizarse en 2.003, bastantes más que las ochocientas y pico víctimas de ETA. Y no son ardores meridionales o de nivel cultural o económico. Los escandinavos y otros pueblos ricos y cultos hacen lo mismo, tal vez con más refinamiento, lo que no mejora en absoluto la cosa. No entro en las causas, tal vez pertenezcan al lado oscuro de la naturaleza humana, no importa que la mujer cumpla la más importante tarea: la perpetuación de la especie, aparte de cuidar a la prole y cultivar la huerta que proporcionaba el alimento cuando el pater familia volvía de la caza sin presa. Lo único seguro es que, acabada la esclavitud, el «la maté porque era mía» y otras excusas tan bárbaras como falsas, esto no puede continuar, por puro desarrollo histórico. Sin duda va a costar, al remontarse a los orígenes de la humanidad y estar incrustado en la mayoría de las sociedades, ideas, culturas y religiones. Algunas han empezado a soltar ese lastre al darse cuenta de su error, pero les queda aún mucho camino por recorrer. En política, partidos que presumen de igualitarios, como el comunista, son viveros de machos alfa. La viuda de Mao fue la excepción, no la regla.

No quiere eso decir que no haya mujeres viles, criminales, asesinas. Las hay. Pero la proporción de asesinatos de parejas es de 1 a 100 comparado con los hombres. Aparte de existir en la mayoría de los casos una respuesta a la victimización anterior por parte de él, que, me apresuro a decir, no es ninguna excusa, más, si la venganza se generaliza. Es la sociedad en todo sus niveles, el educativo en primer lugar, la que tiene que coger el toro por los cuernos y establecer una nueva relación entre hombres y mujeres que sea enriquecedora para ambos. No se trata de hacer de la mujer otro hombre, ya hay bastantes, sino de complementarlos. ¡Somos tan distintos! Y, al mismo tiempo, ¡nos necesitamos tanto!, que un mundo sólo de hombres sería espantosamente aburrido. (D’Ors decía que el día que pasaba sin hablar con una mujer era un día perdido). De ahí que el feminismo radical esté a la postre tan equivocado como el machismo elemental, y si Vox no entiende esto pasará a la historia como una nota a pie de página.

Para acabar esta postal voy a reproducir un párrafo del ensayo que Sebastian Haffner publicó, con el mismo título en la revista «konket» hace medio siglo: «Hombres y mujeres no son enemigos naturales, al revés, son los amigos más naturales del mundo, hechos para gustarse mutuamente. Casi cada hombre y casi cada mujer son una perfecta pareja amorosa, todavía, a Dios gracias».

José María Carrascal.

Articulista de Opinión.