PACO. Pues gracias. Ahora bien, ¿qué pecado he cometido? Si esa frase tuya la escribo, no pasa nada. Escribo lo que me pareció de tu mensaje. Es posible que mi mensaje fuera por detrás del de Mari. O primero fue mi comentario de tu escrito. Qué más da. Mi frase, que es la tuya, no tiene más lugar que decir lo que tú has escrito.