ENFOQUE....

ENFOQUE.

No tengáis miedo y volved al trabajo.

Trump, del hospital al despacho.

Salvador Sostres.

Actualizado: 07/10/2020 08:40h.

El presidente Trump ha dicho, de regreso a la Casa Blanca: «No tengáis miedo. Volved al trabajo». Lo que molesta de Trump no son las maneras sino la visión del mundo. Lo que molesta de Trump es Trump. Que tenga prisa por volver al trabajo. Que sea empresario. Algunos periódicos españoles especulaban ayer sobre la gravedad real de su enfermedad, como queriendo decir que finge estar más recuperado de lo que está. Los miserables datos de España, económicos, pandémicos y a la postre morales, tienen que ver con que nuestra única prisa es por no trabajar. Podríamos organizar un concurso nacional de «Cuéntenos por qué pupita se cogió usted la baja» y sería lo más hilarante desde el «Un, dos, tres» de Billy Wilder. El odio que nos causa Trump es el reflejo de nuestra pobreza. Las formas de Trump son extravagantes pero también lo son las de Maduro y no escucho que le insulten tanto, sobre todo los que tanto insultan al que con más modales o menos es líder del mundo libre. Porque al final se trata de la pugna entre América y China. Y pese a tu complejo antiamericano, tu estilo de vida libre es el que los Estados Unidos irradian. Si los chinos llegan a mandar, me gustará ver qué haces con lo que ellos irradien. «No tengáis miedo», dijo ayer Trump, como Juan Pablo II solía decírnoslo. No fue una llamada a la temeridad sino a la valentía. Y luego el estelar: «Volved al trabajo», y brotó el resentimiento sindical, la mal disimulada vergüenza por todas las veces que no hemos entendido que nuestros derechos son nuestros deberes. Podemos sin duda morir, como morimos en Normandía y no por ello dejamos de ir a por Hitler. Cada muerto importa pero la verdadera «gestión de la pandemia» no consiste en escondernos inútilmente del virus, que de nada ha servido para ahorrarnos el triste recuento de cadáveres, sino en hallar las vacunas y asegurar la recuperación económica para afrontar el próximo desafío.
La vieja Europa perdida en debates absurdos, y la idea en que América se basa peleando desde el rincón más incómodo para continuar alumbrando al mundo. Yo sé lo que tú piensas de Trump pero también sé que no te pondrás una vacuna rusa, ni china. Te pondrás una vacuna americana, patrocinada por los empresarios y el presidente y la nación a los que tanto desprecias. Me alegro si el presidente Trump se ha curado, pero sería aún más hermoso que lo estuviera fingiendo y que pese a la angustia y al dolor volviera a ponerse en pie para la batalla. Es una épica que no se entiende en España: nosotros pensamos que cada empresario es un delincuente. La ternura de esta historia -la ternura de la libertad en toda su grandeza- es que también los que le odian se beneficiarán de las vacunas que él impulsó mientras le acusaban de irresponsable y demente; y que podría muy bien ser que lo primero que hagan con sus vidas a salvo sea brindar en noviembre porque ya no es presidente.

Salvador Sostres.

Articulista de Opinión.