OPINIÓN....

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EDITORIALES/TRIBUNAS.

‘Chapuzas Biden’ ya sabe quién manda ahora en Afganistán.

OKDIARIO - ACTUALIZADO: 27/08/2021 09:57.

Los resultados más que previsibles de la humillante rendición de Joe Biden ante los talibanes comienzan a vislumbrarse en forma del horror más absoluto. El Estado Islámico de la Provincia del Jorasán (ISIS-K) ha reivindicado el doble atentado suicida en Kabul que ha dejado al menos 95 muertos, y más de un centenar de heridos. Doble también es la derrota de un Biden que asiste atónito al lamentable espectáculo de ver cómo los talibanes le han echado de Afganistán y el Estado Islámico, del aeropuerto de Kabul, provocando una masacre que deja en ridículo a todos aquellos que decían que el mundo dormiría mejor con Biden que con Trump.

El Estado Islámico de la Provincia del Jorasán se formó después de que una facción dentro de los talibanes se dividiera y prometiera lealtad a Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del Estado Islámico en Irak y Siria, en octubre de 2014. Son todavía mucho más peligrosos que los talibanes y gracias a la huida de Biden ahora podrán convertir Afganistán en un campo de entrenamiento de terroristas. Ser estadounidense en aquel país será una sentencia de muerte y no tardaremos mucho en ver a un marine de rodillas con una bandera del ISIS detrás grabado en vídeo. Esa es sólo una parte de la infame herencia que deja Biden en Afganistán.

Conmocionado por la matanza, Biden tardó horas en romper su silencio y salir a dar explicaciones. El presidente de Estados Unidos, aún en estado de shock, afirmó: «A los que dañen a EEUU, os digo: no os vamos a perdonar, no lo vamos a olvidar, os vamos a cazar y os lo vamos a hacer pagar». Pocos creen que Biden cumpla con sus amenazas. El mismo Biden que dijo que «cuanto antes se vaya EEUU de Kabul, mejor» ahora finge fortaleza. Las mentiras de este chapucero ya no cuelan. Hace sólo cuatro días, un periodista le preguntó si el ISIS era una amenaza real para los soldados americanos y la respuesta de Biden fue darse la vuelta y marcharse. Un gesto que refleja la catadura moral de este líder flojo y pusilánime. Lo mismo ocurre con Kamala Harris, que cada vez que le preguntan por el peligro que corren los norteamericanos en Afganistán suelta una carcajada histérica. La actitud infantil de Harris sumada a los errores catastróficos de Biden llevan a preguntarse si hay vida inteligente en la Casa Blanca.

La matanza de Kabul es también un serio aviso para Pedro Sánchez tras el patético show humanitario de los afganos, en el que sin escrúpulos utilizó la base aérea de Torrejón de Ardoz como ‘photocall’ y a los refugiados como figurantes para mostrarse como un líder comprometido con la evacuación tras estar una semana desaparecido en Lanzarote. Hay que recordar que Sánchez llegó a decir el disparate de que los 20 años de misión de la OTAN habían sembrado “una semilla” para el futuro. La masacre de Kabul ha demostrado cuáles son los verdaderos frutos de esa siembra: el terror y la huida de millones de afganos. Ahora comienza otra guerra que Occidente ya ha perdido por incomparecencia. Europa se va a quedar pequeña para acoger a tanto refugiado.