Si los socialistas asesinados por ETA levantaran la cabeza.
OKDIARIO.
ACTUALIZADO: 05/11/2022 06:50.
La infamia no conoce límites: la socialista navarra María Chivite ha anunciado el acuerdo que le permitirá aprobar los Presupuestos de 2023. Es la cuarta vez que el PSN y los proetarras se ponen de acuerdo, lo que demuestra que la retroalimentación de intereses entre socialistas y los herederos políticos de ETA alcanza velocidad de crucero. Pero la indignidad alcanza cotas nunca vistas si nos fijamos en quienes rubrican el acuerdo por parte de Bildu: la portavoz parlamentaria, Bakartxo Ruiz, hermana de un etarra detenido en 2007 por integrar un comando que fue desarticulado en la ciudad británica de Sheffield; Laura Aznal, futura candidata en las elecciones autonómicas, y, sobre todo, Adolfo Araiz, ahora portavoz de esta formación en la Comisión de Economía y Hacienda del Parlamento navarro.
¿Quién es Araiz?, se preguntará el lector. La respuesta es sencilla: el dirigente proetarra que abogó por «socializar el dolor» y que llegó a ingresar en prisión por colaboración con banda armada en la sentencia dictada por el Tribunal Supremo contra los 23 miembros de la Mesa Nacional. Sánchez ha blanqueado a los herederos de una banda de asesinos y ha permitido que tipos como Araiz se conviertan en interlocutores privilegiados del PSOE. Y es que cuando Araiz dijo aquéllo de «socializar el dolor», ETA extendió su violencia a todos los ámbitos con el asesinato de políticos, funcionarios o periodistas para presionar al Estado. Dentro de esta estrategia se cometieron algunos de los asesinatos más simbólicos de la banda, como los de Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica, Alberto Jiménez Becerril y su mujer, Ascensión Ortiz, Fernando Buesa, o Miguel Ángel Blanco. O, en Navarra, los de Tomás Caballero y José Javier Múgica, concejales de UPN.
En cualquier país democrático, tipos como Araiz habrían sido sepultados políticamente, por indecentes, pero para Pedro Sánchez son claves en su estrategia de agarrarse al poder. En esta gentuza se apoya un presidente que ha colocado su interés personal muy por encima del interés de España y de los españoles.
OKDIARIO.
ACTUALIZADO: 05/11/2022 06:50.
La infamia no conoce límites: la socialista navarra María Chivite ha anunciado el acuerdo que le permitirá aprobar los Presupuestos de 2023. Es la cuarta vez que el PSN y los proetarras se ponen de acuerdo, lo que demuestra que la retroalimentación de intereses entre socialistas y los herederos políticos de ETA alcanza velocidad de crucero. Pero la indignidad alcanza cotas nunca vistas si nos fijamos en quienes rubrican el acuerdo por parte de Bildu: la portavoz parlamentaria, Bakartxo Ruiz, hermana de un etarra detenido en 2007 por integrar un comando que fue desarticulado en la ciudad británica de Sheffield; Laura Aznal, futura candidata en las elecciones autonómicas, y, sobre todo, Adolfo Araiz, ahora portavoz de esta formación en la Comisión de Economía y Hacienda del Parlamento navarro.
¿Quién es Araiz?, se preguntará el lector. La respuesta es sencilla: el dirigente proetarra que abogó por «socializar el dolor» y que llegó a ingresar en prisión por colaboración con banda armada en la sentencia dictada por el Tribunal Supremo contra los 23 miembros de la Mesa Nacional. Sánchez ha blanqueado a los herederos de una banda de asesinos y ha permitido que tipos como Araiz se conviertan en interlocutores privilegiados del PSOE. Y es que cuando Araiz dijo aquéllo de «socializar el dolor», ETA extendió su violencia a todos los ámbitos con el asesinato de políticos, funcionarios o periodistas para presionar al Estado. Dentro de esta estrategia se cometieron algunos de los asesinatos más simbólicos de la banda, como los de Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica, Alberto Jiménez Becerril y su mujer, Ascensión Ortiz, Fernando Buesa, o Miguel Ángel Blanco. O, en Navarra, los de Tomás Caballero y José Javier Múgica, concejales de UPN.
En cualquier país democrático, tipos como Araiz habrían sido sepultados políticamente, por indecentes, pero para Pedro Sánchez son claves en su estrategia de agarrarse al poder. En esta gentuza se apoya un presidente que ha colocado su interés personal muy por encima del interés de España y de los españoles.
Si levantarán la cabeza, escupirian a quienes los utilizan sin su permiso, como única forma de dañar a su partido.
Vergüenza debería daros esa utilización lanzando bulos.
Vergüenza debería daros esa utilización lanzando bulos.