Pues parece que esta vez no son ‘fascistas’...

Pues parece que esta vez no son ‘fascistas’

OKDIARIO.

ACTUALIZADO: 02/12/2022 08:24.

La Policía ha puesto en su mira a organizaciones o grupos de ultraizquierda dentro de las investigaciones que está llevando a cabo para esclarecer la autoría de las cartas con material pirotécnico enviadas, entre otros destinatarios, al presidente del Gobierno, a las embajadas de Ucrania y de Estados Unidos en España, así como al Ministerio de Defensa. Más allá de los sorprendente que resulta que el Ministerio del Interior no informara ni se diera cuenta a las autoridades judiciales de que una de las cartas fue enviada a Pedro Sánchez -lo hizo una semana después-, parece que detrás de la oleada de misivas incendiarias está la ultraizquierda, si bien las pesquisas policiales no permiten todavía concretar la autoría. Por lo que parece está vez no son «fascistas». Y es que cabe recordar que en vísperas de las elecciones autonómicas de Madrid, en mayo de 2021, varios miembros del Gobierno recibieron paquetes con cuchillos simulando sangre. Aquello sirvió al Ejecutivo socialcomunista para poner en marcha una campaña, sin prueba alguna, contra el «fascismo» y acusó a PP y Vox de sembrar el odio. Al final, uno de los peligrosos «fascistas» era un jubilado perturbado y de los otros nunca más se supo, porque celebradas las elecciones aquello cayó en el más absoluto olvido, pese a que Marlaska prometió dar con los responsables.

Lo de ahora parece distinto, pero las dudas surgen por el hecho de que el Ejecutivo ocultara durante una semana que Pedro Sánchez es uno de los destinatarios de las cartas. Lo ha hecho justo en el momento en que la situación de Marlaska es políticamente insostenible por sus mentiras sobre el caso de la tragedia de Melilla y justo cuando se tramita en el Congreso la derogación del delito de sedición. El anuncio de que Sánchez también recibió una de las cartas ha permitido al Gobierno desviar la atención de estos dos asuntos. No estamos acusando al Gobierno de manejar los tiempos en su beneficio, pero los antecedentes -visto cómo se las gasta esta gente- generan lógica desconfianza.