EDITORIAL....

EDITORIAL.

Opinión.

Un enorme ejercicio de cinismo de Bildu tolerado por el Gobierno.

Actualizado Miércoles, 17 mayo 2023 - 00:02.

Sánchez no ha puesto en ningún momento en duda la continuidad de sus pactos con la formación 'abertzale'

El anuncio de que los siete candidatos condenados por crímenes de sangre en nombre de ETA no serán concejales constituye un enorme ejercicio de cinismo de Bildu, que se produce después de que Covite desvelara su voluntad de llevar a terroristas no arrepentidos a las instituciones. La reacción es oportunista, pues no puede haber surgido de un súbito arrepentimiento por unas listas recién presentadas. Pero lo más grave es el amparo que Bildu ha recibido una vez más del Gobierno, que ni siquiera en estas circunstancias ha puesto en duda la continuidad de sus pactos con Arnaldo Otegi.

En una declaración sin preguntas, como cuando ETA mataba, y rodeado de rostros sonrientes, Otegi intentó ayer revestir la renuncia de los siete asesinos en un supuesto compromiso con la paz y la convivencia. Sin embargo, como revela nuestro Primer plano, hay aún 34 condenados por terrorismo que continúan dispuestos a recoger sus actas si son elegidos. Son personas que perpetraron atentados sin víctimas mortales, que dieron información a ETA sobre objetivos, que dirigieron su aparato logístico... La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, lo explica sin rodeos: la posición de Bildu responde a un mero cálculo electoral, urdido por una formación que sigue ensalzando cada día a la banda terrorista. No puede esperarse otra cosa: su patrimonio político son los más de 800 asesinatos de ETA y no otro.

Con su nueva maniobra, la formación abertzale ha logrado arrastrar la campaña a una lógica perversa, intentando ganar una falsa legitimidad entre la izquierda y el nacionalismo por el hecho de que siete asesinos renuncien a ser concejales, cuando si los ha presentado es precisamente por su pasado criminal. La mínima ética exigible se convierte así en una exhibición insoportable de victimismo, con Otegi denunciando ser objeto de una «campaña de la ultraderecha». Por eso hay que recordar al Gobierno que el PP no ha introducido a ETA en la campaña: ha sido Bildu, una coalición que no ha hecho algo tan básico en democracia como repudiar el terrorismo que apoyó.

La respuesta ejemplar de las víctimas ha contrastado con la indolencia del Gobierno, que ha puesto sumo cuidado en no arrojar ningún tipo de sombra sobre sus pactos presentes y futuros con Bildu. Es más, todo indica que la próxima cita electoral brindará la ocasión de que socialistas y abertzales estrechen sus lazos, especialmente en Navarra. Por ese motivo, el presidente del Gobierno ignora la petición de romper sus pactos con Bildu, que ayer le reiteraron tanto el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, como el barón socialista Javier Lambán. La triste realidad es que no le incomoda depender de los herederos de ETA. Si algo ha quedado claro en este penoso episodio es que Sánchez seguirá blanqueando a Bildu a través de sus acuerdos, como parte del modelo de sociedad que ofrece a los españoles.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Tolerado por todos. Tolerado por nuestra Constitución. Se os da muy bien darle la vuelta a la tortilla para atacar al contrario. Sois unos miserables.