La gran empresa no acepta un tándem laboral como el...

La gran empresa no acepta un tándem laboral como el de Iglesias y Montero.

Los códigos de conducta avisan de que puede producirse un conflicto de intereses en estos casos.

María Cuesta.

Guillermo Ginés.

MADRID Actualizado: 09/01/2020 09:39h.

El dúo político-sentimental que formarán Pablo Iglesias e Irene Montero en el Gobierno sería impensable que se reprodujera al mismo nivel en una gran empresa. Iglesias asumirá previsiblemente la vicepresidencia del Ejecutivo de Pedro Sánchez, mientras se espera que Montero se haga con la cartera del ministerio de Igualdad. Un vínculo personal y laboral que no es bienvenido en el ámbito laboral privado, pese a que en la política ya se había establecido en la cúpula de Unidas Podemos.

Los códigos éticos de algunas de las grandes compañías españolas son claras al respecto y limitan que en sus departamentos trabajen dos cónyuges o parejas sentimentales debido a los conflictos de interés que ello puede generar. Aquellas que no hacen mención explícita a la relación sentimental sí que apuntan a las incompatibilidades que se pueden derivar de algunas relaciones. Porque aunque la legislación nacional determina que no se pueden impedir los lazos afectivos entre trabajadores, lo que vulneraría el derecho a la intimidad de los empleados, sí que se puede limitar su posición jerárquica, especialmente en cargos dela alta dirección.

«En este caso, la finalidad del códigos de conducta es evitar favorecer, mediante promociones o subidas de sueldo, a personas cercanas. Por eso muchas empresas establecen que dos trabajadores que tengan un vínculo afectivo no pueden trabajar en el mismo departamento», explica la socia de Sagardoy Abogados, María Jesús Herrera.

Del Santander a ACS
Este supuesto viene recogido en el quinto punto del código de conducta del Banco Santander. La entidad establece que un profesional inmediato no puede solicitar un cargo que esté bajo el mandato de un familiar. Además destaca que «en el caso de que exista hoy o que se establezca después la incorporación un vínculo familiar inmediato con un superior jerárquico (por ejemplo, matrimonio con un directo reporte) dentro del mismo departamento, una de las dos personas deberá ser trasladada a otro departamento en el plazo de un año».

También el BBVA establece una limitación similar. «Los familiares directos de una persona sujeta al código no podrán ser candidatos a posiciones dependientes jerárquica o funcionalmente de su familiar», asegura en su mandato de conducta, y especifica que se entiende por familiar directo al cónyuge o persona con relación afectiva, padre, madre, hijos, hermanos, abuelos, nietos, tíos, sobrinos, y familiares políticos de grado equivalente.

Iberdrola, por su parte, establece que se «considerará que existe conflicto de interés en aquellas situaciones en las que entren en colisión, de manera directa o indirecta, el interés personal del profesional y el interés de cualquiera de las sociedades del grupo» y puntualiza que «existirá interés personal del profesional cuando el asunto le afecta a él o a una persona con él vinculada».

En este caso, entre las personas vinculadas figura en primer lugar «el cónyuge del profesional o la persona con análoga relación de afectividad». En unos términos similares se pronuncia la socimi Merlin, que advierte que «las decisiones profesionales deberán estar basadas en la mejor defensa de los intereses del Grupo, de forma que no estén influenciadas por relaciones personales o de familia».

El código de conducta de Repsol, asegura que «es imposible anticiparse a todas las situaciones que impliquen a familiares y amigos cercanos y que puedan originar un conflicto de intereses», por lo que pide que se identifiquen «con carácter previo los posibles conflictos y comunicarlos a un superior» para poder «determinar si es necesario adoptar alguna medida al respecto».

Mientras, Telefónica y ACS hacen un llamamiento más general: «Evitemos cualquier conflicto de intereses que pueda anteponer prioridades personales a las de la compañía», recomienda la teleco. «Durante el desempeño de sus responsabilidades profesionales, los empleados y directivos deben actuar con lealtad y atendiendo a la defensa de los intereses del Grupo. Asimismo, deben tratar de evitar situaciones que puedan dar lugar a unconflicto entre los intereses personales y los de la empresa», asevera por su parte el grupo de infraestructuras.

«Los códigos éticos están plenamente extendidos entre las empresas del Ibex y recogen situaciones muy variopintas. Entre ellas, las relaciones personales», concluye Herrera.