Discurso, manifestado por
Felipe González, secretario general del
Partido Socialista Obrero
Español, el 6 de octubre de 1981 en la Comisión de Exteriores del Parlamento, era el que marcaba la pauta de los planteamientos que dicho partido se arrogaba entonces respecto a la cuestión de la pertenencia de
España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).