Nunca es tarde María, en mi casa somos todos muy aficionados a la
música, mi marido y mi hijo mayor tocan el piano, el mediano y el chico la guitarra, yo hago algunos pinitos pero lo tengo muy abandonado, y te digo que nunca es tarde porque yo lo poco que se lo aprendí cuando mi hijo iba a clase, me animé y me matriculé, hice tres años de solfeo y dos de piano pero nació el pequeño y lo dejé de lo cual me arrepiento un montón, ahora tengo una nieta de 3 años y ya la pongo de vez en cuando al piano
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