- ¿Tu pregunta es afirmativa o aclaratoria? Nadie se proclama ni erige, estimada “Ciudadana” en guía o faro luminosos de unas supuestas, según tu, obscuridad o tinieblas. Me he limitado a expresar y a exponer, con tu permiso, mi humilde, ciudadano y personal criterio de la imposición, argumentada, basada e instalada en el fraude, el engaño, en la mentira y por ende en la ausencia de toda verdad, de un concepto de bello contenido, no sólo por su definición literaria, sino por las supuestas connotaciones determinantes de bien social tan gravemente denostado.
-Cuenta la historia que un día el austero y cínico Diógenes, salió en pleno día por una plaza de Atenas, portando un farol apagado y mientras caminaba decía: “ Busco a un hombre”
-“La ciudad está llena de hombres” le dijeron.
-A lo que él respondió: “ El hombre que busco, no es el hombre de carne y hueso,
estoy buscando al Ser Humano VERDADERO, TRANSPARENTE, SINCERO, uno que viva por sí mismo y ese Ser Humano lo busco con la luz de la consciencia humana, la luz del candil no sirve para nada.
-Pues igualmente que Diógenes buscaba un HOMBRE, yo llevo tiempo buscando la DEMOCRACIA, y créeme, que no la encuentro, y no son cuestiones literarias sino sentimientos y frustraciones amargas de lo que resulta ser una utopía y de una entelequia. Si tú estás de acuerdo con ello, pues ¡adelante! Yo, permíteme que exprese mi sentir, desde luego que NO, y que en mi anterior escrito, donde están implícitas tus anhelantes alternativas, aduje e inferí.
-Te pido perdón y disculpas si mis pensamientos han ofendido tu sensibilidad democrática.
Saludos.
Rafael
-Cuenta la historia que un día el austero y cínico Diógenes, salió en pleno día por una plaza de Atenas, portando un farol apagado y mientras caminaba decía: “ Busco a un hombre”
-“La ciudad está llena de hombres” le dijeron.
-A lo que él respondió: “ El hombre que busco, no es el hombre de carne y hueso,
estoy buscando al Ser Humano VERDADERO, TRANSPARENTE, SINCERO, uno que viva por sí mismo y ese Ser Humano lo busco con la luz de la consciencia humana, la luz del candil no sirve para nada.
-Pues igualmente que Diógenes buscaba un HOMBRE, yo llevo tiempo buscando la DEMOCRACIA, y créeme, que no la encuentro, y no son cuestiones literarias sino sentimientos y frustraciones amargas de lo que resulta ser una utopía y de una entelequia. Si tú estás de acuerdo con ello, pues ¡adelante! Yo, permíteme que exprese mi sentir, desde luego que NO, y que en mi anterior escrito, donde están implícitas tus anhelantes alternativas, aduje e inferí.
-Te pido perdón y disculpas si mis pensamientos han ofendido tu sensibilidad democrática.
Saludos.
Rafael