Un señor de edad, se acerca a la Moncloa y se dirige a un guardia
civil que allí hacía guardia:
- Por favor, quisiera entrar y hablar con el presidente Zapatero.
El guardia miró a la persona y le dijo:
- Señor, el Sr. Zapatero ya no es el presidente y ya no viene aquí.
La persona dijo:
- Esta bien- y se fue.
Al día siguiente la misma persona de edad se acercó a la Moncloa y
habló con el mismo guardia:
- Por favor, me gustaría entrar y hablar con el presidente Zapatero.
El guardia nuevamente dijo:
- Señor, como ya le dije ayer, el Sr. Zapatero ya no es el presidente
y ya no viene más por aquí.
La persona agradeció nuevamente y se fue.
Al otro día él volvió, y habló con el mismo guardia:
- Por favor, quisiera entrar y entrevistarme con el presidente Zapatero.
El guardia, comprensiblemente molesto, miró a la persona y le dijo:
- Señor, este es el tercer día seguido que usted viene y quiere hablar
con el Sr. Zapatero. Yo ya le he informado que él ya ni es el
presidente, ni viene aquí. ¿El señor no me entiende?
La persona miró al de verde y le dijo:
- Sí, yo entendí perfectamente, pero... ¡Es tan agradable escuchar esa
respuesta! que si usted fuera tan feliz diciéndolo como yo
escuchándolo, comprendería mi actitud
El guardia, en posición de firmes, dio un taconazo y dijo:
- ¡HASTA MAÑANA, SEÑOR...!
civil que allí hacía guardia:
- Por favor, quisiera entrar y hablar con el presidente Zapatero.
El guardia miró a la persona y le dijo:
- Señor, el Sr. Zapatero ya no es el presidente y ya no viene aquí.
La persona dijo:
- Esta bien- y se fue.
Al día siguiente la misma persona de edad se acercó a la Moncloa y
habló con el mismo guardia:
- Por favor, me gustaría entrar y hablar con el presidente Zapatero.
El guardia nuevamente dijo:
- Señor, como ya le dije ayer, el Sr. Zapatero ya no es el presidente
y ya no viene más por aquí.
La persona agradeció nuevamente y se fue.
Al otro día él volvió, y habló con el mismo guardia:
- Por favor, quisiera entrar y entrevistarme con el presidente Zapatero.
El guardia, comprensiblemente molesto, miró a la persona y le dijo:
- Señor, este es el tercer día seguido que usted viene y quiere hablar
con el Sr. Zapatero. Yo ya le he informado que él ya ni es el
presidente, ni viene aquí. ¿El señor no me entiende?
La persona miró al de verde y le dijo:
- Sí, yo entendí perfectamente, pero... ¡Es tan agradable escuchar esa
respuesta! que si usted fuera tan feliz diciéndolo como yo
escuchándolo, comprendería mi actitud
El guardia, en posición de firmes, dio un taconazo y dijo:
- ¡HASTA MAÑANA, SEÑOR...!