Los socialistas volvieron ayer a marcar distancias...

Los socialistas volvieron ayer a marcar distancias con los populares a la hora de encajar la implicación de sus cargos públicos en supuestos casos de corrupción. Roque Moreno, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Alicante, presentó su renuncia al acta de concejal al trascender su implicación en el sumario del caso Brugal, la trama corrupta vinculada al negocio de la basura y el urbanismo en Alicante. El pasado 10 de septiembre también dimitió el primer cargo socialista imputado en esta causa, Antonio Amorós, portavoz del Grupo Socialista en la Diputación. Mientras, los 22 dirigentes populares implicados en la trama siguen en sus puestos.
La lista de los cargos del PP locales y autonómicos implicados en el caso Brugal la encabeza su líder provincial y presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll. El dirigente popular, que fue arrestado el pasado 6 de julio, está imputado por cinco delitos, entre ellos cohecho, fraude y tráfico de influencias por supuestamente recibir dos pisos (valorados en cerca de un millón de euros) por los favores a los empresarios Enrique Ortiz y Ángel Fenoll. Ortiz y Fenoll están imputados en la causa general. Además, el fiscal acusa a Ortiz, dueño del Hércules, de urdir otra trama para beneficiarse del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante.
Roque Moreno, también secretario local del PSPV-PSOE, está acusado de un supuesto delito de tráfico de influencias por pedir a Ortiz que colocara en sus empresas a la mujer e hijo de un asesor del Grupo Socialista. El informe policial considera que estos hechos pueden constituir delito, máxime porque la petición del político coincidió en el tiempo con las negociaciones del Ayuntamiento y el dueño del Hércules para remodelar el Estadio Rico Pérez. En uno de los mensajes interceptados por la policía, Moreno comentaba a Ortiz: "No te olvides de lo del hijo de Vicente", en alusión a una de las personas para las que pedía empleo.
"Realicé una llamada de teléfono pidiendo un puesto de trabajo para un compañero, para un gran amigo, y fue un error, por lo que pido disculpas", explicó Moreno ayer, justo antes de anunciar su dimisión de la corporación.
El gesto de Moreno contrasta con la actitud de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, también implicada en el sumario. El fiscal acusa a la regidora de los supuestos delitos de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada. Todos ellos están vinculados a un supuesto trato de favor en el nuevo PGOU y a cambio de supuestas dádivas, entre ellas, también la de pedir a Ortiz que colocara en sus empresas a ciertas personas. La regidora asumió esa dádiva y la enmarcó en su política de hacer valer su influencia en favor de los parados: "Lo hice con Ortiz, como con todas las firmas que contratan con el Ayuntamiento", dijo.
Moreno aprovechó el acto de su dimisión para resaltar las diferencias entre los socialistas y los populares ante los casos de corrupción. "Es lamentable, hay casos de corrupción que salpican a representantes del PP (caso Gürtel, caso Fabra y caso Brugal), es un circo en el que muchos malandrines, todos presuntos corruptos, hacen negocios que favorecen a intereses particulares".
La candidata socialista a la alcaldía, Elena Martín, se mostró ayer "orgullosa" de la decisión de Roque Moreno, que evidencia "la ética del PP y la del PSOE. No todos somos iguales".
El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, dijo que la dimisión de Moreno es un gesto de "dignidad, honradez y entereza". Moreno no ha sido expedientado por el partido, al contrario que Amorós, por su condición de imputado. Los dirigentes del PP, encabezados por Ripoll y Castedo, achacaron la renuncia de Moreno al hecho de que había sido descabalgado de la candidatura a la alcaldía. El tercer implicado del PSOE en el caso es José Cataluña, secretario de finanzas de los socialistas valencianos en 2008.