Por Santiago Aparicio...

 Por Santiago Aparicio

    

Si fuese cierta la leyenda que se cuenta de Job y su infinita paciencia, ésta quedaría ensombrecida por la paciencia que manifiestan los votantes del PSOE en los últimos tiempos. Acosados a derecha e izquierda, esos más de siete millones de personas que depositaron su voto en las urnas en favor del partido socialdemócrata sufren día tras día las burlas, chanzas e insultos de los partidarios de los demás partidos y de la casi totalidad de la prensa española. Una minusvaloración del contrario que atenta contra toda lógica republicanista y de respeto a las opiniones y opciones de los demás miembros de la ciudadanía.

Algo similar han sufrido los votantes del PP, tanto a su derecha como a su izquierda, por lo que lo que se muestra es que la democracia no está plenamente asentada en España desde su misma base. Bien es cierto que al vivir una transición donde las masas fueron excluidas intencionadamente y una clase política  (con sus respectivos partidos) que poco o nada han hecho por la formación ciudadana, se hace complicada la convivencia sin insultos y sin desprecios. Es lógico que entre votantes de derecha e izquierda haya una confrontación más áspera, pero lo sorprendente es la “mala leche” que se gasta en las discusiones intrabloque. Entre los puros y los verdaderos progresistas tienen atormentados a los votantes socialdemócratas. Precisamente en el momento en que son mayoría, las minorías no tienen en cuenta el respeto que se pide hacia ellas como lo que son minorías. Son minorías y parece ser que también seres celestiales o elegidos por el espíritu de la Historia.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En una cosa si estoy de acuerdo: No tenemos una DEMOCRACIA asentada, o nos pasamos, o no llegamos.