Pilar Díez....

Pilar Díez.

El País.

"Los equipos de enfermería no se pueden improvisar". "Los profesionales achacan a la mala organización de algunas comunidades el irregular reparto de las primeras vacunas de la covid". Adivina, adivinanza: ¿qué comunidad va a recibir una ración de hostias? "En Ourense se han puesto más vacunas que en Madrid". Bingo.

El editorial se ceba con Ayuso. "La mayor parte de las comunidades autónomas no han sido capaces de cumplir las previsiones de vacunación". Del que tenía que estar a los mandos, es decir, el Gobierno, concretamente el ministro de Sanidad, ni palabra.

"Especialmente grave, por su volumen de población, es el balance de la vacunación en la Comunidad de Madrid. Se da la paradoja de que mientras su Gobierno es incapaz de cumplir los objetivos, la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, persiste en su estrategia de utilizar las vacunas en su campaña contra el Gobierno central, con insinuaciones sobre una inexistente discriminación en el número de dosis asignado a la comunidad. Esté o no de acuerdo con el cupo que le corresponde, su obligación es gestionar con diligencia aquello que es de su exclusiva responsabilidad, que es administrar las vacunas sin demora". La "inexistente discriminación" es que Cataluña ha recibido 120.545 dosis y Madrid 89.040. Aclarado este detalle y sin que sirva de precedente, El País tiene razón, Ayuso tiene que ponerse las pilas y dejar la política para mejor ocasión y no dar argumentos a sus rabiosos enemigos.

"Una vez más, en España ha fallado la planificación", dice. ¿Y quién gobierna en España? ¿Sabe El País que hay un ministerio de Sanidad?

Coronavirus aparte, Félix de Azúa está siendo sometido a una campaña de acoso e intimidación con el inconfundible sello socialpodemita. Mira que te avisé, Azúa, mira que te avisé. El domingo, el periódico en el que escribe le dedicó la sección del defensor del lector en el que los ultras se lanzaron a degüello por criticar al Gobierno. "Una decena de suscriptores se quejaba de mis columnas y algunos pedían que me enviaran al motorista".

"La razón era que mostraba yo una actitud insultante ante algunas autoridades". "Lo que les molesta de verdad no es lo que llaman insulto, sino más bien la falta de respeto hacia los dirigentes con quienes esos lectores se identifican. Y en eso debo darles la razón". O sea, Lastra, Iglesias, Sánchez, Otegi, Rufián y toda la banda que nos gobierna.

"No sé yo la edad de esa decena de lectores, pero debo recordarles que he vivido bajo el franquismo y conozco demasiado bien el uso de la autoridad que gastan algunas personas sin derecho al respeto. De entonces me viene esa quizás censurable agresividad contra quienes hacen un uso abusivo, tramposo o embustero de su poder. Me recuerdan demasiado a los jefes del Régimen que entonaban una retórica adormecedora para cometer sus atropellos. La falta de respeto es, por así decirlo, el aviso de que por lo menos una persona no los cree y no está sometida al opio, las prebendas o el dinero del poder". Azúa, me da que los Reyes Magos te van a regalar un motorista. Hay que ser muy valiente para decir las cuatro verdades en un periódico tan sectario totalmente sometido al sanchismo.