Pilar Díez....

Pilar Díez.

El País.

"Gobierno y Generalitat chocan por el atraso de las elecciones". Pero vamos a ver, Cataluña no es más que una autonomía más y solo a su presidente le compete cuándo convoca elecciones. ¿Qué pinta ahí el Gobierno? ¿Y desde cuándo unas elecciones autonómicas centran la actualidad nacional? Luego hablan del protagonismo de Madrid.

"La suspensión de un trámite electoral de este calibre no está contemplada en la ley" decía el ministro de Justicia pese a que el año pasado se retrasaron las elecciones en Galicia y País Vasco y nadie le importó una higa. "Dicho aplazamiento sería "grave para la democracia". Ahora se va a tambalear la democracia porque las elecciones catalanas se celebren en febrero o en marzo, no te joroba.

"El Gobierno se ha posicionado y no es partidario del aplazamiento, que está complicando los planes del PSC para intentar disputar el podio al independentismo. El cambio de fecha podría mitigar el efecto Illa que mostraban algunas encuestas y expone al también titular de Sanidad a un desgaste de alcance desconocido". Los indepes se nos están atozinando, que aguanten semejante injerencia sin decir ni mu. Hace bien poco los aguerridos cuperos y demás tropa estarían asaltando la Delegación del Gobierno en Cataluña ante semejante invasión de sus competencias.

En días como hoy damos gracias a columnistas como Jorge M. Reverte, que con su visceral odio a Ayuso nos distrae de la matraca catalana. El hombre no pega ojo con lo que ocurre en la Cañada Real. El relato es espeluznante, Charles Dickens no le llega a la suela del zapato. "Lo que pasa es que se hacinan varios miles de personas, dos mil de ellas niños, de los que no pueden quedarse atrás". Ay Dios, ¿y qué hace Reverte que nos les deja su casa? ¿No puede Iglesias dejarles un sitio en su palacio estos días?

"Ahora se han quedado sin luz. No pagan la que consumen, y lo hacen con una cierta chulería. Los niños tiritan de frío. Los adultos también, claro", aclara. "Y creen, o lo parece, que entre la maraña de cables que denuncia las prácticas ilegales con la luz, tienen derecho a recibir una estufa de gas gratis de Naturgy. Para que, al menos, puedan dormir". El llanto anega mis ojos, pero sigo leyendo en busca de la bruja piruja culpable de esta situación.

"La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, parece odiarles, con alguna razón. Que en realidad es ninguna si se considera que ella es una representante del Estado". ¡Ahí la tenemos! La Cruella de Vil de Reverte.

Pero a Reverte no le bastan los malos de cuento para atacar a Ayuso. Como siempre, se pasa de frenada amparándose en un libro. "Hay un libro biográfico sobre Vasili Grossman (Crítica, 2020), escrito por Alexandra Popoff, que es de las cosas buenas que han pasado este año en el terreno de la cultura. Grossman no solo es el autor de una gran novela del siglo XX, Vida y destino. Además, fue el primer hombre que se atrevió a algo que ahora nos parece obvio: a comparar la crueldad, la inhumanidad, de Stalin y Hitler, dos bestias sedientas de sangre que marcaron el pasado siglo". "Grossman, que sobrevivió a unas peripecias que le convierten en un auténtico héroe, vio a su alrededor cómo el mal crecía, dejando a millones de personas sometidas al frío, a la tortura y al silencio. Es terrible su descripción de los que se quedan atrás en aquellos regímenes brutales cuyos fines eran tan redentores, como el supremacismo de los nazis o la liberación de la Humanidad de los soviéticos". O sea, que como quien no quiere la cosa, el columnista de El País equipara a Ayuso con Hitler y Stalin. Y se atreve a hablar de bestias.