Eso, y cuatro joyas las empeñamos para comer, está...

EL MUNDO

La brevedad no es lo mío». La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, admitió en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del pasado viernes con afable humildad su tendencia a exprimir sus cuerdas vocales. Batió el récord del año en Moncloa al presentar durante 30 minutos su Real Decreto de medidas sociales al superar por ejemplo el tiempo que dedicó Pedro Sánchez a explicar en febrero la disolución de Las Cortes o al que dedicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a presentar los Presupuestos, que, al igual que su antecesor, tampoco es la más concisa del Ejecutivo.
No contenta con su larga exposición inicial, Valerio recurrió a un salvador vaso de agua tras dedicar otros ocho minutos a responder a un periodista con temas que no le había preguntado. Pero la ministra aprovechó para explicar, por fin, el gasto que suponen los dos importantes decretos leyes «sociales» de los dos últimos viernes. Contienen medidas loables de pagar cotizaciones a cuidadores no profesionales de dependientes, ampliar el permiso de paternidad o extender el subsidio de desempleo a los mayores de 52 años, entre otras, pero con alto coste. La ministra dijo que ambos decretos suman un gasto de 1.130 millones, pero restó importancia, porque dijo que el Gobierno impuso el pasado diciembre una subida de las cotizaciones a la Seguridad Social que acarrean ingresos de «3.300 millones». «Hay margen de maniobra».

Ya inquieta que vea margen de gasto en un sistema con un agujero anual de ¡18.000 millones! pero hay más. Por un lado, la cuantía de estos dos «viernes sociales» es superior a la anunciada, porque se establece ya que, tras un período gradual, la baja por paternidad llegará a 16 semanas y eso supone comprometer un gasto anual hasta 1.000 millones por encima de los 345 presupuestados. Por tanto, más de 2.000 millones en dos decretos leyes que engordan el déficit estructural del Estado por si no fuera ya poco preocupante e irreductible, según Bruselas y las agencias de calificación de solvencia.
En cuanto a los ingresos, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) no se traga la previsión del Ministerio -sobre todo la que espera recaudar más por el salario mínimo- y rebaja la cifra a hasta 2.100. Resultado: el Gobierno de Sánchez ha gastado en dos viernes sólo en dos decretos «sociales» la única baza que aprobó el pasado 28 de diciembre -clarividente fecha- para sostener la muy deficitaria Seguridad Social. Por tanto, el esfuerzo de, por ejemplo, el millón de asalariados y de sus empresas a los que se ha elevado un 7% la base máxima de cotización sólo da para esto y no para subir las pensiones con el IPC. Demuestra la enorme dificultad que tiene el Estado para permitirse medidas sociales y la urgencia de revisar el gasto público para sostener el Estado del Bienestar. Los llamados "decretos sociales" sólo merecen ese apellido si son sostenibles.
La campaña electoral no puede empezar peor desde el punto de vista de la seriedad. No sólo en las formas, con el propio presidente incumpliendo la ley electoral en la primera hora del primer día en la sede del Ministerio de Trabajo al aprovechar actos oficiales para sacar pecho de «logros» de su mandato. Peor es el fondo, porque el Gobierno aprueba sistemáticamente medidas que aumentan el déficit, pese a que la propia Montero asegura que la desviación va a ser de hasta 13.000 millones este año por no haber sido aprobados sus Presupuestos.

Si nos quitasen las pensiones a todos, problema resuelto. ¿no te parece?
Saludos

Buena idea CLARA y sí además invertimos los pocos ahorros que tenemos en pólizas para seguros médicos de medicina privada, miel sobre hojuelas.

Eso, y cuatro joyas las empeñamos para comer, está Clara es terrible
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hombre ÁNGEL, ¡no me digas que no has captado, el tono irónico de CLARA!