¿Pucherazo electoral? El PSOE es especialista. Lo demostró en 1931 y en 1936.
Lo del Frente Popular, en 1936, fue más grave, porque el triunfo fue falso y, encima, legitimó la violencia de la izquierda.
Y el PSOE continua en la misma línea.
Lo del Frente Popular, en 1936, fue más grave, porque el triunfo fue falso y, encima, legitimó la violencia de la izquierda.
Y el PSOE continua en la misma línea.
Vaya chorradas! Todo el mundo puede solicitar la revisión de las votaciones. En España los interventores tienen la misión de asegurar el recuento de cada mesa. Si algo no concuerda con sus datos tiene asegurada su segundo recuento y para que no haya dudas todos los partidos y en todas las mesas, tienen derecho a sus intervores. Al final se cuentan los votantes y los votos para cada cosa y deben coincidir con los datos que todo el día y durante el recuento han apuntado los interventores. Puede haber gente que no vote a todo lo que corresponda y al final todo debe cuadrar. Tambièn se puede llevar a la junta electoral algún voto que los Presidentes de mesa hayan calificado o hayan desechado, si no se està de acuerdo. Todo queda perfectamente separado para que la última decisión sea de la Junta electoral, si hay conflicto de pareceres.
Se hacen públicos los votos de cada mesa y sus sumas. Si hay algún error es facilmente detectado y tambièn fácilmente corregible.
Fíjate que pucherazo, que en León le habían dado a VOX los votos del PSOE, pucherazo tremendo, solo que al contrario.
De verdad esta derecha es muy mala gente. Lo demuestra continuamente. A ver si dusimula un poco, no sé como no le da vergüenza ser tan descarado.
Lo único qye faltaba ya es irse a los datos de casi un siglo. "CUANDO EL DIABLO NO TIENE QUE HACER CON EL RABO MATA MOSCAS" En dos palablas "Im presionante"
Se hacen públicos los votos de cada mesa y sus sumas. Si hay algún error es facilmente detectado y tambièn fácilmente corregible.
Fíjate que pucherazo, que en León le habían dado a VOX los votos del PSOE, pucherazo tremendo, solo que al contrario.
De verdad esta derecha es muy mala gente. Lo demuestra continuamente. A ver si dusimula un poco, no sé como no le da vergüenza ser tan descarado.
Lo único qye faltaba ya es irse a los datos de casi un siglo. "CUANDO EL DIABLO NO TIENE QUE HACER CON EL RABO MATA MOSCAS" En dos palablas "Im presionante"
Solicita una revisión electoral en Venezuela y mira a ver qué te dicen. Aquí lo mismo, porque se han dado mucha prisa en destruir las papeletas.
¿Ahora mos comparas con Venezuela? ¿Vosotros sois los que queréis a España màs que los de izquierdas? Pobre España! España en vuestras manos es LAMALQUERIDA. ¡Què pena!
¿Has estado alguna vez de Presidente de mesa? ¿Has estado alguna vez de interventor? En España es imposible, con que haya una sola persona responsable o con que haya entre todos los que intervienen dos personas de partidos opuestos (interventores), es imposible. Tenemos en nuestras manos todas las garantías necesarias ¿Dudas de nuestra Guardia Civil que son los que custudian los datos? ¿O de la respetabilidad de nuestros funcionarios?
Dais vergüenza.
Ya sabes "El que no se fía no es de fiar"
¿Has estado alguna vez de Presidente de mesa? ¿Has estado alguna vez de interventor? En España es imposible, con que haya una sola persona responsable o con que haya entre todos los que intervienen dos personas de partidos opuestos (interventores), es imposible. Tenemos en nuestras manos todas las garantías necesarias ¿Dudas de nuestra Guardia Civil que son los que custudian los datos? ¿O de la respetabilidad de nuestros funcionarios?
Dais vergüenza.
Ya sabes "El que no se fía no es de fiar"
Dudamos de la izquierda, no es de fiar, vosotros si que dais vergüenza, que cuando no conseguís la victoria a pesar de los pucherazos entonces salís a la calle a rodear parlamentos y congresos.
Anda. Deja de decir chorradas y c'ojete el trombón, date unas. Espabilate.
La izquierda insultando como siempre, debido a la carencia de argumentos.
Te parece insultante lo del trombón? Si es así, lo retiro, pero, ese era el sistema de un pero gallego buscado votos por algún lugar. Lo recuerdas?
Te refieres a Touriño, el que tenía un coche más caro que el de Obama?
ESCOLAR. NET
El Falcon de Sánchez y el Audi de Touriño
La campaña del Falcon es uno de los puntales de la estrategia electoral de Casado y, como tantas otras marrullerías, es tramposa, hipócrita y está inventada yaResponde a un razonamiento tan clasista como eficaz entre el votante conservador: que los políticos de izquierdas no tienen los mismos derechos que los de la derecha
Por Ignacio Escolar
12 abr 201921:17
La campaña del PP contra el presidente del Gobierno por el uso del avión oficial, el famoso 'Falcon' de Pedro Sánchez, no es un chascarrillo más. Es uno de los puntales de la estrategia electoral de Pablo Casado y, como tantas otras marrullerías, es eficaz, es tramposa, es hipócrita y está inventada ya.
Fue hace justo diez años, durante las elecciones gallegas de 2009, cuando el entonces aspirante Alberto Núñez Feijóo logró tumbar al gobierno bipartito de PSOE y BNG que presidía el socialista Emilio Pérez Touriño. Feijóo ganó la presidencia por la mínima: solo por un escaño y unos pocos miles de votos. Y gran parte de este apurado éxito se lo debió a una campaña de manipulación política que hoy Casado intenta emular: el famoso Audi de Touriño.
Los datos. El presidente gallego Emilio Pérez Touriño compró en 2008 un nuevo coche oficial. Uno blindado, con un complejo sistema de inhibidores –en aquella época ETA aún mataba– y por tanto muy caro. Un Audi A8 Security de casi medio millón de euros: exactamente el mismo modelo y el mismo precio que en aquellos años usaban casi todos los ministros, presidentes autonómicos y alcaldes de grandes ciudades. Era el mismo A8 que entonces llevaba Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre o Rita Barberá. Un Audi A8, como los otros dos que antes había comprado su predecesor como presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y en el que también viajaba Feijóo cuando era su vicepresidente. Exactamente el mismo modelo de coche blindado que salvó la vida a Aznar.
Pero lo que hacía Fraga no era tolerable para Touriño. A cuenta del Audi blindado, el PP inició una campaña de demolición contra el presidente de la Xunta y su gobierno. Se inventaron que su número dos, Anxo Quintana, tenía otro Audi, este sin blindar pero con un minibar de 6.000 euros –en realidad era una nevera portátil de 15 euros que se enchufaba al mechero del coche–. Dirigentes del PP acusaron entonces a Touriño de comprar "un coche fantástico para un nuevo rico", de tener un Audi "más caro que el de Obama o Sarkozy", de "lujo asiático", de "despilfarro", de montar "un sultanato socialista del siglo XXI". Feijóo utilizó el Audi en cada mitin, como ahora hace con el Falcon el Partido Popular.
La idea de aquella campaña del Audi fue de un asesor electoral de Feijóo, que detectó que esto funcionaba en las encuestas y 'focus groups'. Se llama Juan Miguel Madoz y su empresa se llamaba Swat; también trabajó para el PP de Madrid y hoy está imputado en la trama Púnica.
El Audi de Touriño después se convirtió en el Audi de Barreda y María Dolores de Cospedal, recurrió a idéntica operación en la campaña de las autonómicas de en Castilla-La Mancha en 2011. También le funcionó.
Con Pedro Sánchez, la campaña del Audi no coló –aunque lo intentaron– por un detalle nada menor: el presidente del Gobierno utiliza un A8 blindado de medio millón de euros… que compró Mariano Rajoy en 2017. Así que, a falta de coche, el PP se lanzó a por el avión. Y desde hace meses la derecha acusa al líder del PSOE de despilfarro por usar exactamente el mismo Falcon en el que antes volaban Aznar, Zapatero o Rajoy.
Es discutible que ese avión oficial se utilice para viajes no institucionales. Hay quien argumenta que el presidente no tendría que volar en él cuando va a un mitin, a un partido de fútbol o a un concierto. Y también quien defiende que el presidente del Gobierno lo es todos los días del año y no a ratos, y que no es operativo que su enorme dispositivo de seguridad, que le acompaña en todo momento, viaje en vuelo regular.
Ambas posturas son defendibles. Las dos, según convenga, no lo son. Por eso la campaña del PP sobre el Falcon es tan hipócrita como populista: porque es el mismo avión que Mariano Rajoy usaba para ir ver (con "extra de whisky y vino" y buen jamón) el debut de España en la Eurocopa de Polonia o para ir a un mitin de su partido en Galicia (después de criticar a Zapatero por esta misma razón).
De fondo, la campaña del Falcon y la del Audi responden a un razonamiento tan clasista como eficaz entre el votante conservador: que los políticos de izquierdas no tienen los mismos derechos que los de la derecha, que son unos "muertos de hambre" que viven como "nuevos ricos", que se "aferran al cargo" para disfrutar de una vida de lujo sin merecerla, que esa es la razón por la que están en política. Porque ya se sabe que los líderes de la izquierda están obligados a ir en bici y ser ascetas; no pueden tener chalé, ni irse de vacaciones ni comer en una mesa con mantel
El Falcon de Sánchez y el Audi de Touriño
La campaña del Falcon es uno de los puntales de la estrategia electoral de Casado y, como tantas otras marrullerías, es tramposa, hipócrita y está inventada yaResponde a un razonamiento tan clasista como eficaz entre el votante conservador: que los políticos de izquierdas no tienen los mismos derechos que los de la derecha
Por Ignacio Escolar
12 abr 201921:17
La campaña del PP contra el presidente del Gobierno por el uso del avión oficial, el famoso 'Falcon' de Pedro Sánchez, no es un chascarrillo más. Es uno de los puntales de la estrategia electoral de Pablo Casado y, como tantas otras marrullerías, es eficaz, es tramposa, es hipócrita y está inventada ya.
Fue hace justo diez años, durante las elecciones gallegas de 2009, cuando el entonces aspirante Alberto Núñez Feijóo logró tumbar al gobierno bipartito de PSOE y BNG que presidía el socialista Emilio Pérez Touriño. Feijóo ganó la presidencia por la mínima: solo por un escaño y unos pocos miles de votos. Y gran parte de este apurado éxito se lo debió a una campaña de manipulación política que hoy Casado intenta emular: el famoso Audi de Touriño.
Los datos. El presidente gallego Emilio Pérez Touriño compró en 2008 un nuevo coche oficial. Uno blindado, con un complejo sistema de inhibidores –en aquella época ETA aún mataba– y por tanto muy caro. Un Audi A8 Security de casi medio millón de euros: exactamente el mismo modelo y el mismo precio que en aquellos años usaban casi todos los ministros, presidentes autonómicos y alcaldes de grandes ciudades. Era el mismo A8 que entonces llevaba Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre o Rita Barberá. Un Audi A8, como los otros dos que antes había comprado su predecesor como presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y en el que también viajaba Feijóo cuando era su vicepresidente. Exactamente el mismo modelo de coche blindado que salvó la vida a Aznar.
Pero lo que hacía Fraga no era tolerable para Touriño. A cuenta del Audi blindado, el PP inició una campaña de demolición contra el presidente de la Xunta y su gobierno. Se inventaron que su número dos, Anxo Quintana, tenía otro Audi, este sin blindar pero con un minibar de 6.000 euros –en realidad era una nevera portátil de 15 euros que se enchufaba al mechero del coche–. Dirigentes del PP acusaron entonces a Touriño de comprar "un coche fantástico para un nuevo rico", de tener un Audi "más caro que el de Obama o Sarkozy", de "lujo asiático", de "despilfarro", de montar "un sultanato socialista del siglo XXI". Feijóo utilizó el Audi en cada mitin, como ahora hace con el Falcon el Partido Popular.
La idea de aquella campaña del Audi fue de un asesor electoral de Feijóo, que detectó que esto funcionaba en las encuestas y 'focus groups'. Se llama Juan Miguel Madoz y su empresa se llamaba Swat; también trabajó para el PP de Madrid y hoy está imputado en la trama Púnica.
El Audi de Touriño después se convirtió en el Audi de Barreda y María Dolores de Cospedal, recurrió a idéntica operación en la campaña de las autonómicas de en Castilla-La Mancha en 2011. También le funcionó.
Con Pedro Sánchez, la campaña del Audi no coló –aunque lo intentaron– por un detalle nada menor: el presidente del Gobierno utiliza un A8 blindado de medio millón de euros… que compró Mariano Rajoy en 2017. Así que, a falta de coche, el PP se lanzó a por el avión. Y desde hace meses la derecha acusa al líder del PSOE de despilfarro por usar exactamente el mismo Falcon en el que antes volaban Aznar, Zapatero o Rajoy.
Es discutible que ese avión oficial se utilice para viajes no institucionales. Hay quien argumenta que el presidente no tendría que volar en él cuando va a un mitin, a un partido de fútbol o a un concierto. Y también quien defiende que el presidente del Gobierno lo es todos los días del año y no a ratos, y que no es operativo que su enorme dispositivo de seguridad, que le acompaña en todo momento, viaje en vuelo regular.
Ambas posturas son defendibles. Las dos, según convenga, no lo son. Por eso la campaña del PP sobre el Falcon es tan hipócrita como populista: porque es el mismo avión que Mariano Rajoy usaba para ir ver (con "extra de whisky y vino" y buen jamón) el debut de España en la Eurocopa de Polonia o para ir a un mitin de su partido en Galicia (después de criticar a Zapatero por esta misma razón).
De fondo, la campaña del Falcon y la del Audi responden a un razonamiento tan clasista como eficaz entre el votante conservador: que los políticos de izquierdas no tienen los mismos derechos que los de la derecha, que son unos "muertos de hambre" que viven como "nuevos ricos", que se "aferran al cargo" para disfrutar de una vida de lujo sin merecerla, que esa es la razón por la que están en política. Porque ya se sabe que los líderes de la izquierda están obligados a ir en bici y ser ascetas; no pueden tener chalé, ni irse de vacaciones ni comer en una mesa con mantel