Es que los jubilados nos lo merecemos siempre y cuando el chándal sea de marca y con las zapatillas a
juego, lo de la garrota y la navajilla en el bolsillo fue hace años, en la época del
abuelo de Víctor Manuel que fue picador con Antonio molina ain en la
mina, pero hoy en día es lo lógico, una buena paga y un buen chandal.