Ya te dije y te lo vuelvo a repetir, que yo conviví...

Ya te dije y te lo vuelvo a repetir, que yo conviví con Jesús y le acompañé en su predicación, mientras tú estabas detrás de la muchedumbre. Como te conozco, dirás que eso es una alucinación mía, pero es la verdad.

Sí, la sugestión suele dar buen resultado. Mira, ponte delante del espejo y repite: "No quiero ser un blasfemo gilipollas, no quiero ser un sacrílego majadero, no quiero ser un ateo cantamañanas". Una y otra vez. Igual resulta.