Vamos a ver: Una cosa es perdonar y otra hacer el tonto....

Vamos a ver: Una cosa es perdonar y otra hacer el tonto.
Jesús, que perdonó a todos los que le ofendieron, tomó una vez el látigo, para expulsar del templo a los mercaderes (a los desaprensivos, estafadores, ladrones...).
Yo, que siempre perdono (quiero decir: Que no guardo rencor a nadie que me haya hecho daño, ya sea afectiva, moral ó económicamente), cuando tengo que defender lo mio, lo hago a capa y espada, sobre todosi el otro es un desaprensivo (un listo que quiere abusar de la buena fé).

Por lo que a perdonar las deudas económicas se refiere, cuando a alguno le roban (le quitan el pan de sus hijos, como dice Albert), hay que defenderse. (Repito que una cosa es ser bueno, y otra ser tonto).

Otra cosa es cuando se trata de perdonar deudas económicas a personas que, de verdad, no pueden. En estos casos, si el acreedor tampoco puede, es difícil perdonar esa deuda (lo cual no significa que, desde el punto de vista moral, afectivo, tenga que guardarse rencor). En cambio, si el acreedor puede, perdonar al que de verdad lo necesita, es una gran obra.