QUÉ ES LA LIBERTAD....

QUÉ ES LA LIBERTAD.

Fernando Prados: «Sin lo privado no habría sanidad pública»

Gerente del hospital de Ifema, es médico especialista en grandes emergencias.

Salvador Sostres.

Actualizado: 19/07/2020 01:53h.

— ¿Qué es la libertad?

—Nuestra forma de vida pero en una pandemia toma forma colectiva.

Covid, ETA.

—Como contra el terrorismo, la seguridad se antepone a la libertad.

—Menos libertad.

—No. Nuevos hábitos: mascarillas, lavarnos más las manos, evitar grandes concentraciones en espacios cerrados durante el invierno. Reducir el aforo, organizar la entrada y la salida, mejorar el sistema de ventilación.

—Fracaso.

—El encierro fue un fracaso del sistema pero podríamos volver a necesitarlo. Espero que no, pero tendremos que esforzarnos más. Todos.

—El tabú que casi impide Ifema.

—Hay un tabú en lo público, que es que todo tiene que ser público. Lo público consiste en dar un servicio con los recursos que tienes a tu alcance. Hay cosas que el sector privado hace mejor.

—Curan los mejores.

—Valoro es el servicio y no quién lo hace. Yo quiero curar y quiero a los mejores.

—El fantasma de la privatización.

—No es privatizar, es externalizar. La salud es seria y es absurdo preferir la ideología a los resultados.

—No tenemos recursos infinitos.

—En lo público no podemos pagar infinitos recursos para todo esperando que algún día sean necesarios.

—Un flaco favor.

—Le hacemos un flaco favor a la sanidad pública si queremos demonizar la participación de empresas privadas, con sus extraordinarios resultados.

—La mentira.

—Es desolador que la sanidad pública se haya convertido en una arma política: las «mareas blancas» convencieron a la gente de las peores mentiras. PSOE y Podemos saben que, sin el concurso privado, la parte pública no funciona.

—Absurdo.

—Si tú sabes que en el sector privado vas a encontrar respuestas más rápidas y valiosas, es absurdo criticarlo para obtener rentabilidad política.

—Pública no significa gratis y pagamos la Sanidad con nuestro dinero.

—Dinero no tenemos, pero tenemos la manera de pagarla.

—Harvard, Matrix.

—Es la peligrosa moda de la economía sin dinero. Nos va a costar salir de ésta. No tenemos dinero, nos lo van a tener que dejar, y nos van a exigir que seamos capaces de devolverlo Tendremos que renunciar a vivir tan bien.

—Harvard hará que continuemos viviendo de lo que no tenemos.

—Pues ecesitaremos un doble Harvard: porque el «normal» ya lo tenemos y nuestro sistema ha colapsado.

—Bájese el sueldo, sea solidario.

—La solidaridad sólo funciona si es colectiva. Yo me bajo mi sueldo de funcionario, pero entonces el Gobierno no puede fichar a 1.000 asesores más.

—Volvamos al bicho. El miedo.

—Se aceptaron las medidas tan drásticas porque tuvimos miedo. Ahora espero que el miedo nos sirva para incorporar hábitos e higienes que nos eviten un segundo confinamiento. Tenemos que aprender a convivir con la pandemia sin destrozar la economía.

—Covid, sida.

—La lepra se veía. El coronavirus no se ve. Con el sida pasó lo mismo. Los primeros años no entendimos nada.

—Pero no dejamos de pernoctar.

—Pero tomamos medidas profilácticas, tuvimos más cuidado y prevención para no infectarnos. De hecho continuamos con estas medidas y cuando las relajamos vuelve a subir la incidencia.

—Esconderse no es la solución. Durante el bombardeo de Barcelona mis abuelos salían a comprar el pan. A los nazis les fuimos a buscar.

—Durante las primeras bombas nadie salió. Los judíos tuvieron que esconderse. Salieron los americanos, pasado un tiempo, y cuando supieron qué hacer.

—No había que desmontar Ifema.

—Ifema fue un instrumento, no un hospital más del sistema. Era un centro para que los demás hospitales pudieran trabajar. Se desmontó cuando en los hospitales hubo suficientes camas.

—Rebrote.

—En 48 horas se puede volver a montar exactamente igual. Espero que no sea necesario pero no se puede descartar.

— ¿A quién se le encendió la luz de levantar Ifema?

—Al consejero de Sanidad. Pero no es que se le encendiera la luz, sino que la luz le dio en la cara. Se toma la decisión el 20 de abril a las 9 de la noche y el 21 recibimos a los primeros pacientes.

—Piel especial.

—Todas las gtandes tragedias tienen en común la calidad humana del personal sanitario. Tienen una piel especial y le sale en los momentos más duros.

—Una gesta.

—En Ifema, la mayoría eran médicos de atención primaria, sin experiencia hospitalaria. Se adaptaron, sabiendo que se podían infectar y morir. Casi todos eran voluntarios. Fue una gesta.

—Un éxito español comparable a la Transición.

—Se juntó todo: el momento, la lucidez, la valentía, también la suerte. Vi caras de perplejidad cuando el consejero dijo «adelante». Era una locura, un sistema de trabajo diferente de todos los demás. E inédito. No sabíamos qué aceptación tendría, ni si conseguiríamos las camas, el oxígeno, los sistemas diagnósticos.

—4.000 a 0.

—En Londres se hizo uno más grande y no atendió ni a un paciente porque cuando estuvo listo el pico había bajado. Y es normal porque un hospital se monta en años. Ifema se montó en un día y atendimos a 4.000 pacientes