LA MADRE NATURALEZA...

LA MADRE NATURALEZA
Estos tiempos de pandemia entre dolores y muertes, es la sufrida tragedia que nunca sabe de suertes.
La Madre Naturaleza que no comenta sus daños, refleja su fortaleza en los penosos peldaños.
Días de malas noticias con la pandemia aflorando, nadie comenta delicias mientras seguimos pensando.
Notamos la fortaleza de los virus machacando, ellos no tienen tibieza ni caminan suplicando.
Buscamos nuevos caminos para alejarnos del llanto, y vemos los desatinos que llegan con desencanto.
La Madre Naturaleza camina con sobresaltos, y nunca tiene pereza para iniciar sus asaltos.
Estos tiempos temblorosos, que anulan las ilusiones, me parecen horrorosos llenos de complicaciones.
Vivimos con la esperanza de borrar las sensaciones, sin querer hacer balanza de penosas conclusiones.
Caminamos por la vida entre brisas delicadas, y notamos cierta herida en las frases pronunciadas.
Los caminos del infierno parecen seguir abiertos, con ese calor eterno que hace temblar a los muertos.
La pandemia no termina ni quiere borrar sus huellas, ella solo determina el anular cosas bellas.
Virus llenos de penumbras con sus malas intenciones, muchas sombras nos deslumbran sin explicar sus razones.
Miro despacio mis manos, sin encontrar soluciones, y pregunto a los humanos si conocen sensaciones.
La Madre Naturaleza sigue marcando el destino, y no quiere ver torpeza si buscamos adivino.
Esta maldita pandemia que solo deja martirio, nunca podrá ser comedia ni disfrutar con un lirio.
La tragedia va flotando, el virus sigue su curso, el ambiente va notando que vendrá nuevo recurso.
La esperanza que no muera ni corte las ilusiones, ese virus da quimera y rompe las emociones.
G X Cantalapiedra.