No hay justo, ni aun uno....

No hay justo, ni aun uno.
Romanos 3:10.

Ya habéis sido lavados,
ya habéis sido santificados,
ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús,
y por el Espíritu de nuestro Dios.
1 Corintios 6:11.


¿Hay Alguien Justo?
Podríamos pensar que hay una contradicción entre los dos versículos del encabezamiento, pero si leemos bien la Palabra de Dios en su conjunto, nos daremos cuenta de que no es así. Ciertamente ningún hombre es justo a los ojos de Dios. La justicia de Dios no es como la de los hombres, pues Dios no se limita a la superficialidad de las cosas y a las acciones que cometemos, sino que conoce los pensamientos secretos de nuestro corazón y nuestras motivaciones.

Él discierne la envidia, el orgullo, el deseo de hacer el mal, que muy a menudo escondemos a nuestros semejantes. Y nos comunica su veredicto sin apelación. “No se justificará delante de ti ningún ser humano” (Salmo 143:2).

Sin embargo, en la Biblia varios hombres son declarados justos. ¿Por qué? Porque creyeron a Dios. “Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia… al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Romanos 4:3, 5). Lo que hace que Dios pueda considerarnos como justos es la fe que ponemos en la obra cumplida por Jesús.

Somos “justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús… por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:24-25). El amor de Dios encontró el método para hacernos justos: “Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18). ¡Qué motivo de agradecimiento y adoración!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Este mensaje me ha sorprendido, porque no lo he enviado yo. Alguien, no sé con qué fin, ha utilizado mi nombre, y eso no está bien. ¿Cómo ves tú, Ferisa, esta licencia punible?