¿Por qué esta angustia Señor?
Este miedo que atenaza
que me aprieta sin piedad,
que entristece toda mi alma.
Busco refugio seguro,
quiero el pecho que amamanta
al bebé recién nacido,
el universo que agarran
sus manos buscando apoyo
como el barco busca el ancla
cuando por fin llega a puerto.
¿Dónde se fue la esperanza?
¿Por qué se esconden los besos?
los besos, que eran campanas
repicando melodías;
el perfume de las plantas
se tornó denso, maligno,
desapareció la calma
la libertad, los abrazos
¡maldita maldita grama!
que nos tiene confinados,
que sella nuestra garganta,
que nos impide vivir
que de nuestra vera arranca
sin un adiós, sin un beso
pedazos de nuestra casa,
girones que ya no vuelven;
Como toro herido sangran
los recuerdos de esas vidas
que ya no tienen mañana
que se fueron en silencio
con una canción amarga,
sin el rostro de los suyos
a la vera de su cama.

Y seguimos ofuscados,
desoyendo la palabra
de quien con cabal razón
dirige esta encrucijada,
ignoramos, por desgracia,
que la patria es una barca
donde navegamos todos,
también esas hierbas malas,
esa podrida simiente
que divide nuestra España
y que cada día inventan
como dar la bofetada,
mientras que, con gallardía,
otros trabajan y callan,
obviando provocaciones
de seres con mala baba.

Y siguen dictando leyes
que tranquilizan, que amparan,
que arropan con gran esmero
a los que no tienen nada.
¡Es el primer mandamiento
de esta España tan cristiana,
que desprecian formaciones
que presumen de cercanas!
! Que difícil gobernar
cuando no se tiene nada!
¡que difícil defenderse
del enemigo que ataca
a traición, sorprendiendo
cada día por la espalda!

Cuándo volverá la rosa
a perfumar nuestra casa?
¿Cuándo el río bullicioso
sonreirá a la montaña?
¿Cuándo, mi niño querido,
podre besarte la cara?
¿Cuándo emigrará el temor?
¿Cuándo volverá la calma?
¿O merecemos, Dios mío,
castigo con tanta saña?

Mari.

Poema romance asonantado AA en sus versos impares. Métrica Octosílaba