AQUELLOS BELLOS AÑOS...

AQUELLOS BELLOS AÑOS

(Romance)

Muchas veces he pensado
-con mi mente emocionada-,
en aquellos dulces días
en el jardín de la casa,
donde amistad se fraguaron
muy entrañable, dos almas.

Allí pasábamos juntos
-envidiosas las mañanas
de observar nuestra armonía,
con aquella edad temprana-,
debajo de aquel almendro,
bello con sus ramas blancas,
que era un lugar especial
con una sombra muy ancha.

Además de aquel rincón,
de aquella escena tan maja,,
adornaban el jardín
-aquella llanura basta-,
rosas, lirios y otras flores
que a la luz del sol brillaban.

Querido siempre escenario:
dos vidas ilusionadas,
felices fuimos allí
bajo el almendro y sus ramas.

¿De qué hablábamos nosotros?
¿De qué iban nuestras charlas?
Ahí nos perdemos los dos,
pero, la cosa está clara,
es seguro que en el día
la actualidad imperaba.

Si el día tornaba gris
con cielo de telarañas,
nuestro escenario era otro,
nos cambiábamos de estancia
y pasábamos entonces
al palacio de las hadas,
donde en el ala derecha
había, encantada, una sala.
Allí se unía a nosotros
su madre, que era una dama
en el exacto sentido
que proclama la palabra:
muy atenta, cariñosa,
muy respetuosa y muy franca;
y los tres, en muchos casos,
teníamos nuestras batallas,
bien con los juegos de mesa
o jugando con palabras.

Pasó el tiempo y desechamos
la nuestra bendita carga,
que nos hizo convivir
aquella época dorada.
Ella volvió a su ciudad,
yo, en mi pueblo de montaña,
me fui forjando un futuro,
pensando con miras altas.

Los años inexorables
que sin evitarlo pasan,
han blanquedo nuestras sienes
adornándolas de nácar;
pero eso no ha interrumpido
aquella amistad tan grata,
y cuando ella alguna vez
ha vuelto a esta bella plaza
hemos recordado juntos,
con cariño y con nostalgia,
aquellos felices días
de nuestra niñez del alma.

Plazalagua.

Romance con rima a-a, en el que me refiero, con más detalle, a la entrañable historia que viví entre mis doce y quince años, de la que ya publiqué un soneto.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Un canto a la amistad. Ya sabía algo de esta historia por el soneto. Creo que lo has expresado muy bien.

El otro día en una conversación con Ciu le comentaba una historia parecida vivida por mí con una persona de mi pueblo que por desgracia nos dejó hace doce años.

La última vez que lo vi durante unas vacaciones nos quería regalar un perro raza setter, demasiado grande para una casa de ciudad.

Muy bien el romance y tienes razón con la distribución de las rimas.

Un abrazo.