Vale, Noemi. Dile a Mari que le cambie el nombre al dichoso arroyo, hasta que le cuadre, que a nosotros nos da igual cómo se llame. Lo importante es que esté bien medido. Y, si toma la licencia, que lo anote y ya está.
Si, el ánimo y el humos siguen vivos..., como siempre.
Si, el ánimo y el humos siguen vivos..., como siempre.