Espero que no lo digas por mí, pues yo nunca te cerré...

Espero que no lo digas por mí, pues yo nunca te cerré ninguna puerta y lo que te dije fue en nombre de todos, acerca de las normas de trabajar, porque veíamos que había una parte del grupo que utilizaba el Taller para asuntos ajenos al mismo. Recuerdo además que posterioemente te invité a reengancharte, pero no sé por qué lo rechazaste también. Es decir: fue decisión absolutamente tuya, porque aquí nunca se le ha cerrado las puertas a nadie.

También recuerdo que la norma fue aceptada por la mayoría del grupo, por lo que yo ni era nadie, ni tomé ninguna decisión personal.

Gracias por tu atención
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Hombre Cabrero, por Dios, no seas pedante!