Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y quincuagenas...

Que la boca mencionada
d’este valle temeroso
prestamente fue juntada
con la ribera nombrada
del río tenebregoso.
no sin duda mayor pena
el que tragó la ballena
creo sintiese que yo
en me ver adonde no
fallaba salida buena.

E como toro judío
busca por donde fuir,
andaba del todo frío
desde las cuestas al río
catando por do salir:
mas a la fin no fallaba
en esta ribera brava
ningund seguro pasaje
pues la cumbre del boscaje
con las nubes comarcaba.

*Gómez Manrique*

Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y quincuagenas le dedicó un diálogo en que no le escatimó elogios: "Fue un caballero muy valiente... uno de los estimados caballeros de Castilla e valiente lanza por su persona, e de los muy sabios e bien hablado, e muy hombre en todos sus fechos... gentil poeta y de sutil ingenio". En efecto, fue uno de los poetas más famosos de su época y tomó ora la espada ora la pluma: luchó contra Juan II, no simpatizó con Enrique IV el Impotente y se alineó con Isabel, futura reina Católica, contra Juana, como su sobrino Jorge, a quien enseñó una nueva estrofa creada por él, la estrofa manriqueña o copla de pie quebrado. Gómez Manrique casó con Juana de Mendoza, virtuosa dama a la que están dirigidas las obras de la monja sordomuda y escritora mística Teresa de Cartagena.