Pues a mí no me gusta.

Despecho

¡Ah, que estoy cansada! Me he reído tanto,
tanto, que a mis ojos haasomado el llanto;
tanto, que este rictus que contrae mi boca
esun rastro extraño de mi risa loca.

Tanto, que esta intensa palidez que tengo
(como en los retratosde viejo abolengo),
es por la fatiga de la loca risa
que en todosmis nervios su sopor desliza.

¡Ah, que estoy cansada! Déjame que duerma,
pues como la angustia, la alegría enferma.
¡Qué rara ocurrencia decir que estoy triste!
¿Cuándo más alegre que ahora me viste?

¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos,
ni inquietud, niangustias, ni penas, ni anhelos.
Si brilla en mis ojos la humedad delllanto,
es por el esfuerzo de reírme tanto...

Me encanta este poema de Juana de Ibarbourou, que refleja una gran realidad; a veces mostramos un estado de ánimo alegre al público, cuando en realidad por dentro nos estamos desangrando.
Esta magnífica poeta uruguaya lo plasma a la perfección.

Bueno, vale, de acuerdo, venga, NO ME GUSTA.

Pues a mi me encanta, describe muy bien un estado de ánimo que intenta encubrir.

Pues a mí no me gusta.