Sí, es un precioso poema.

Duérmete apegado a mí (de Gabriela Mistral)

Velloncito de mi carne,
que en mis entrañas tejí,
velloncito friolento,
duérmete apegado a mí

La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
duérmete apegado a mí

Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!

Hermosísimo poema de una madre a su hijo pequeño, no hay nada mas tierno, mas noble, mas incondicional que el amor de una madre a su hijo.

Sí, es un precioso poema.