Una maravilla....

Yo soy tu amigo y te digo
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

Estoy para darte frutos,
tal vez solamente pájaros,
sombra, si la necesitas,
rumor, si te gusta el cántico.

Algún día podré ser
la ventana de tu cuarto,
la mesa para tu pan,
la mecedora, tu arado,
la ayuda de tu jornal
o el lecho de tu descanso.

Cuando cantas una nana,
yo, de cuna, estoy cantando;
a veces crujen mis ramas
para acompañar el canto.

Tal vez, si llegas a viejo,
me necesites de báculo.
Puede ser que en los inviernos,
cuando haya nieve en el campo,
mis brazos les den calor
a los tuyos y a tus manos.

Y yo he de ser, aunque es triste
el tener que recordarlo,
el último compañero
que te llevará en sus brazos.

Siendo más fuerte que tú
-y en completo desamparo
a los fríos del invierno
y a las llamas del verano-,
si me ofendes, no te ofendo,
si me dañas, no te daño,
si me tiras, no me quejo
al contrario:
cuántas veces
-y eso que lo diga el sándalo-,
el cuchillo que me hiere
lo devuelvo perfumado.

¿Qué te hacen falta mis frutos?
Yo te los doy de buen grado.
¿Qué te hacen falta mis ramas?
Corta, por tanto, mis brazos.
¿Qué necesitas mi tronco?
No te apene el derribarlo.
Para tu servicio crezco
y para tu bien me abato.
A cambio, sólo te pido:
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

¿Qué estorbo en un sitio? Piensa,
antes de darme el hachazo,
hasta qué punto es verdad
que puede estorbar un árbol.

¿Tienes que cortar dos ramas?
Por favor, no cortes cuatro.
Que si el daño que me haces,
cuando es por tu bien, no es daño,
y no sólo en paz lo acepto
sino con placer lo paso,
el que me haces sin causa
ese sí que me hace daño.

Yo soy tu amigo y te digo:
por favor, no me hagas daño;
mas, si es necesario, sea,
pero sólo el necesario.

Manuel Benítez Carrasco

PRRECIOSO ROMANCE QUE NARRA LA POSTURA GENEROSA DE UNA PERSONA ANTE OTRA QUE LE INTENTA DAÑAR GRATUITAMENTE. REPRESENTADO A TRAVÉS DE LA TALA DE LOS ÁRBOLES, BIEN PODRÍA ENTENDERSE TAMBIÉN UNA PROTESTA POR EL DERRIBO DE LOS MISMOS SIN CAUSA IMPORTANTE PARA ELLO.

Una maravilla.
Y nos hemos creído que la ecología y el cuidado del medio ambiente es cosa de los modernos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Efectivamente una maravilla, indagando en internet he comprobado que Benitez Carrasco dedica este poema que se titula "habla el árbol" o "el árbol dice" a una Asociación de amigos del árbol, del que él forma también parte.

Como todo poema y la imaginación de cada cual, también vale para simbolizar a través del árbol, la respuesta generosa y amorosa que da una persona dañada a otra que daña.

Me encanta la poesía, llena de sentimiento de este ilustre granadino.