Mira que romance ASONANTE EN EA, hace QUEVEDO, y con...

Es copia.

¡De cuánta luz mi corazón se llena!
Todo ante mí se impregna de blancura.
Blanco el silencio. En su expresión más pura.
Blanca y serena como tú, la pena.

Mari, Noemi. He copiado un trozo de un soneto. Esto de copiar para los principiantes como yo es un tesoro, me voy dando cuenta. ¿Qué rima es?

CONSONANTE, como corresponde a la rima del soneto.

Coinciden A PARTIR DEL ACENTO, las vocales y las consonantes, en los versos que tienen que rimar entre si en la estrofa, de acuerdo, repito a la norma del soneto.

Ya, oye, se me hace un lío terrible. En primer lugar donde dices A PARTIR DEL ACENTO y luego lo otro. Hay que fijarse mucho. Y digo yo ¿Con lo bien que estoy, para qué quiero complicaciones?

Claro ANGEL, hay que fijarse mucho y siguiendo las reglas no perder el lenguaje poético, la sensibilidad, la coherencia y eso es difícil, por eso hay autores de todos los tipos ÁNGEL, hay verdaderos maestros, autores normalillos, autores malos, aficionados.... de todo hay en la viña del señor.

Bueno, sí, venga, ya

Mira que romance ASONANTE EN EA, hace QUEVEDO, y con que sensibilidad sin caer en la vulgaridad pinta un acto de amor entre un hombre y una mujer, date cuenta que todos los versos PARES, lleva la rima de EA. (cuando se juntan dos vocales prevalece la más fuerte)

Las columnas de cristal
al templo de Amor sustentan,
donde adora el alma mía
la imagen de su belleza.
Hecho otro Sansón mi gusto,
y nuevo Alcides en las fuerzas,
probando las de mis brazos,
vine a dar con todo en tierra.
Corrió el Amor las cortinas
que tuvo siempre cubiertas
descubriendo maravillas
y otro Nuevo Mundo en ellas.
Hechos Colones mis ojos,
tendió la vista sus velas,
llenas de estrellas de gloria
las luces de sus bellezas.
Vi dos montañas de plata
hechas de sutiles hebras,
el bello vellón de Colcos
matizado de turquesas.
En medio, un profundo valle,
cuyas hermosas laderas
traen siempre nieve helada,
donde enciende Amor sus piedras.
Aquí el estrecho famoso
de Magallanes comienza,
donde todos los navíos
que quieren pasar, se anegan.
Aquí el mar del Sur se encoge
entre dos hondas riberas,
con anzuelos de diamante
las blancas perlas se pescan.
Al pie de un monte,
que hace de alastro negra esfera,
de dos deleites de Amor
está la encantada cueva.
Tiene agradable la entrada,
hermosa boca pequeña,
por tener en sus orillas
dos collados que la cercan.

Ella está cercada en torno
de menuda y fresca yerba,
con tal virtud que al caído
le levanta la cabeza.
Dentro de ella está un gran lago,
Tal que nadie lo vadea,
Porque para hallarle fondo
son cortas todas las cuerdas.
Aquí está la fuente oculta
que tiene tal preeminencia,
que cuantos vienen al mundo
dicen que pasan por ella.

Todos cuantos fuertes Cides
aquesta aventura prueban,
entrando de acero armados
salen más blandos que cera.
Quise atrevido pasarlo
y alegre llegué a la puerta,
armado y lanza en puño,
para entrar en la pelea;
y aunque en tierra las rodillas
y humillando la cabeza
por ser a tales reliquias
debida tal reverencia,
el deseo artificioso,
con una llave maestra
que a todas las cerraduras

abre con gran sutileza,
pasé el estrecho, dejando
solos dos amigos fuera,
que en la batalla aguardaron
para salir con la empresa.
Temblaron todos los montes,
y estremeciese la tierra,
convirtiéndose las formas
en su primera materia.