Romancillo...

Romancillo

La noche es inmensa,
inmenso el silencio,
inmensas las horas
que sufro sintiendo y
viendo que te pierdes
por confín incierto.

Viendo que te vas,
que esquivas mi cuerpo.
Viendo esa cobarde
mirada de miedo.
Qué poco recuerdas
ardor de mis besos,
brasas de mis ojos,
fiebre de lo eterno.

Calor del placer
que alienta el deseo.
Recuerdos lejanos
que hoy te recuerdo:
mi pelo de seda
con rizos al viento.
Mis manos palomas
haciéndote versos.
Antes que mi boca
tú ya fuiste dueño
de aquellos poemas
de pudores llenos.

Pasaron los años
y mi amor latiendo.
En mis rizos nieve,
en mi pecho anhelos,
de tiempos pasados,
de noches, de cielos,
de lunas de nata,
sol de caramelo.
Y en atardecer,
de Venus lucero.

Recuerda, recuerda,
Cómo corre el tiempo.

Noemí