Què mala!...

Esa daga de amor que me hirió cierta
llegando al corazón sin mi permiso,
ha dejado la herida bien abierta.

Me pregunto si todo fue preciso
cuando muere el amor entre las flores,
sin perdón, sin razón, sin compromiso.

Que son pena de muerte tus amores,
un manojo de penas entre penas,
el martirio que aviva los dolores

de sentirme presa de tus cadenas.
Ruego al cielo que alivie los pesares
de este fuego que corre por mis venas.

Si ya no son comunes los lugares,
llegó el momento de la despedida;
no quiero de mis ojos llanto a mares.

Devuélveme de tu vida mi vida,
disfruta en paraíso de pasiones
y olvídate de mi alma dolorida.

Noemí.

Tercetos encadenados

No me gustan nada de nada, nota, 4,5.

Si alguien da más, es que se ha vendido.

Què mala!
Es preciosa, aunque triste es muy real y transmite escalofríos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
CLARA. Estoy contigo y merece buena nota. Tu amiga, que es también mi amiga, no tiene miramientos y ni aprueba el poema, a lo mejor es que ha merendado y se ha tomado una copita de ese licor crema y, claro, no lee bien...