¡Pero qué pena, perdimos el poema del nacimiento de...

De mi historia La hija del farero de Columbretes.

Redondillas

Un día de mar turquesa
con noche de luna llena,
bella como una sirena
se casará mi princesa.

Es la niña del farero,
es la reina de este puerto;
quizás con futuro incierto
la novia del marinero.

Han bordado su vestido
las caracolas del mar
y para verla casar
hasta Neptuno ha venido.

La Virgen de LA PACIENCIA
en su cámara dorada,
ha observado la mirada
toda llena de inocencia.

Su pelo, sabor a sal
y su rostro tan moreno,
con ese gesto sereno
y esa boca de coral.

Ella le habla de su boda
y que se quiere casar,
con un hijo de la mar;
su voz es música de oda

Noemí.

Ay la hija del farero, que recuerdos tan bonitos...

¡Pero qué pena, perdimos el poema del nacimiento de María, y lo habías hecho tú!