CEGUEDAD DE UN AMANTE...

CEGUEDAD DE UN AMANTE

Desconsolada, lánguida, caída
sobre la faz tristísima del viento,
en nube, en luto, en caos soñoliento,
la alma del mundo está despavorida.
Al hielo la ave y el terror rendida,
no canta el río, calla descontento;
van las estrellas por el firmamento
perezosas y negras y sin vida.
¡Qué dormido, qué solo que está el mundo!
Ni el páramo más triste se lamenta;
el mar no se oye, el aire está parado.
Las horas pasan con horror profundo.
¿Y yo canto en imagen tan violenta?
Sí, que estoy loco yo y enamorado.

Anónimo del SIGLO XVII
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Que bien refleja el mundo actual este soneto del siglo XVII, parece hecho a medida.

Buen hallazgo Castor.

Saludos.