Amante:
Haz, Señor, que acabe
tan larga agonía;
socorre a tu siervo
que por ti suspira.
Rompe aquestos hierros
y sea feliz.
Ansioso de verte,
deseo morir.

Amada:
Mas no, dueño amado,
que es justo padezca;
que expíe mis yerros,
mis culpas inmensas.
¡Ay!, logren mis lágrimas
te dignes oír:
Ansiosa de verte,
deseo morir.